Según el director financiero de Apple, Peter Oppenheimer, los rumores que preceden la salida al mercado, o simplemente a una keynote, de un nuevo modelo de iPhone o iPad siguen afectando a las ventas de estos dispositivos.
Oppenheimer lo ha dicho públicamente y sin andarse con muchos rodeos:
Estamos leyendo los mismos rumores y especulaciones sobre como será un nuevo iPhone, y creemos que esto está afectando a las ventas.
No es de extrañar que los consumidores se asusten por los rumores, después de todo, los detalles sobre los nuevos productos se filtran, a menudo, con meses de anticipación haciendo que los consumidores se lo piensen dos veces antes de comprar. Algo que evidentemente perjudica a la estrategia de marketing de la compañía.
Personalmente no acabo de creerme que esto afecte a las ventas de sus productos de una forma significativa ya que si hacemos un poco de memoria ¿que sucedió con la salida del iPhone 4 y su supuesto extravío en un bar? La gente empezó a decir que era horrible, que el diseño redondeado del 3G o 3GS era mucho mejor pero ¿y si en vez de pensárselo dos veces, como ellos comentan, lo que realmente hacen es acostumbrarse a el y a medida que se acerca su lanzamiento estar más y más impacientes?
El marketing es psicología y a pesar de ciertas declaraciones al respecto, lo quieran o no, los rumores son parte de Apple. Al menos del Apple moderno.
Tim Cook también ha hablado acerca de este tema y ha dicho:
Me alegro de que la gente quiera el modelo siguiente, estoy súper feliz por ello. Yo no voy a gastar mi energía en hacer que la gente deje de especular.
En general, es difícil saber si los rumores afectan a las ventas a largo plazo, o si sólo lo hacen a corto plazo, pero hasta que los productos se lanzan y venden millones en unos días, los rumores son los que mandan.