Nacido en 2001 y prácticamente defenestrado en 2009, apareció en el momento idóneo para revolucionar el segmento de los reproductores de música portátiles y de paso, ayudar a Apple a salir del atolladero en el que se encontraba por aquel entonces. Os hablo, cómo no, del iPod. Uno de los dispositivos Designed by Apple in California que más éxitos han cosechado hasta la fecha, hoy echa la vista atrás con la sensación de que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Es por ello que me gustaría aprovechar este artículo para dedicarle unas líneas y repasar sus once años de fructífera existencia desde un punto de vista subjetivo y por qué no decirlo, un tanto romántico ya que al fin y al cabo, supuso mi puerta de entrada al universo de la manzana mordida.
iPod, 2001
Vio la luz el 23 de octubre de 2001 con un precio de 399 dólares y fue el gran culpable de todo lo que vino después. ¿Sus argumentos? Un diseño compacto en el que destacaba una enorme rueda de desplazamiento mecánica, que a la larga terminó siendo una de las mejores interfaces de todos los tiempos.
Los 5 GB de almacenamiento con los que contaba el modelo de entrada parecían casi inagotables en aquella época, argumento que se explotó hasta la saciedad haciendo uso de la coletilla 1.000 canciones en tu bolsillo, que le acompañaba en todos sus anuncios publicitarios.
iPod, 2002
La segunda generación de iPod era prácticamente un calco de la anterior. Las grandes diferencias radicaron en un nuevo scrolling wheel táctil y un rediseñado botón central. Fue puesto a la venta en dos capacidades distintas, 10 y 20 GB, siendo sus precios 399 y 499 dólares respectivamente. Como curiosidad, gracias a la aplicación Musicmatch Jukebox era totalmente compatible con Windows.
iPod, 2003
En el año 2003 Apple sorprendió a propios y a extraños con un rediseñado iPod, más fino y con un notable cambio de look. Los botones auxiliares del reproductor habían pasado de estar alrededor de la rueda a estar situados justo debajo de la pantalla. También se implementaron un nuevo dock –que reemplazó la conexión FireWire– y una pantalla iluminada en tonos azules que contrastaban con la iluminación anaranjada de los botones.
En aquella ocasión se presentaron tres modelos: El básico de 10 GB con un precio de 299 dólares, el intermedio con una capacidad de 15 GB por 399 dólares y el tope de gama que contaba con 30 GB en sus entrañas y ascendía hasta los 499 dólares.
iPod, 2004
La gran novedad en 2004, fue la decisión de Apple de ampliar la familia de reproductores musicales, seguramente con la intención de llegar a más público. Fruto de ello fue presentado el iPod mini, disponible en un amplio abanico de colores con una capacidad estándar de 4 GB y obviamente, un precio más contenido.
Su hermano mayor fue el primero al que eché el guante. Incorporó tanto el diseño cuidado y minimalista del iPod mini, como la Click Wheel que todos conocemos. Recuerdo que hasta entonces, usaba un reproductor de la marca Airis; sin querer desmerecer al fabricante español, podréis imaginar que el cambio fue radical.
iPod photo
Poco después llegó el iPod photo que, aunque era prácticamente un iPod de cuarta generación renovado, trajo por bandera una pantalla a color con visualizador de fotos integrado. Originariamente, estaba disponible con 40 GB –por 499 dólares– y 60 GB de capacidad –a un precio de 599 dólares– .
iPod video, 2005
El 12 de octubre de 2005 pudimos asistir al nacimiento del primer iPod con la capacidad de reproducir vídeo, ya fueran series de televisión, películas o nuestros videoclips favoritos. Además, incorporaba una generosa pantalla de 2,5 pulgadas en un cuerpo de 1,1 cm de grosor.
A título personal, ha sido uno de los que más he disfrutado exprimiendo. Sin él, no habría podido matar mis largos trayectos en tren viendo Los Soprano, amén de otras muchas series. Actualmente y pese a una mala caída que inutilizó buena parte de la pantalla, sigue dando guerra funcionando prácticamente como el primer día.
iPod classic, 2007
Cuando los iPod nano y shuffle empezaban a llamar con fuerza a las puertas del mercado, Steve Jobs dio a conocer uno de los iPod más completos que hayamos podido ver. Rebautizada como classic, la sexta generación del fructífero reproductor fue pulida en todos los aspectos: un diseño más fino, una pantalla más nítida, una batería con mucha más autonomía y una capacidad que nos permitía albergar toda nuestra biblioteca musical. Y es que, en la actualidad, 160 GB siguen siendo más que suficientes incluso para los usuarios más exigentes.
Un dato curioso, es que se abandonó la fabricación del modelo de color blanco, quedando únicamente como opciones de personalización el negro y un novedoso color plata.
iPod classic, 2008 y 2009
Estas dos últimas revisiones supusieron el inicio del fin del iPod classic. Debido a que apenas se introdujeron cambios menores como pudieron ser colores, diversas capacidades o algunas actualizaciones de software, he preferido referirme a ellos en conjunto.
Conclusión
Aunque todavía sigue dando coletazos, mucho me temo que el iPod classic será finalmente descontinuado en un futuro no muy lejano. De lo que no me cabe duda, es de que dejará un gran legado cuando suceda.
El irremediable paso del tiempo ha hecho mella en un reproductor que tiempo atrás gozó de una salud envidiable. Por otra parte, la puesta en escena y el posterior auge que ha experimentado un reproductor táctil con iOS como es el iPod touch, no ha hecho otra cosa sino colocar uno de los últimos clavos en su ataúd. Ahora la familia de reproductores de Apple está perfectamente diferenciada y dirigida a distintos tipos de usuarios según sus necesidades, por lo que aquél parece haber perdido su razón de ser.
Por último, me gustaría concluir la entrada con un guiño a los nostálgicos; sin más dilación, os dejo con el primer anuncio del iPod emitido en televisión. Larga vida al rey.