Apple necesita revisar su cadena de montaje para conseguir costes de fabricación más reducidos y así crear teléfonos para mercados emergentes.
Así comienza John Sculley su entrevista en Singapur. Hay un refrán que dice que siempre habla quien tiene por qué callar, y que una persona que llevó a Apple al borde de la quiebra, venga años después a decirle cómo tiene que hacer las cosas es cuanto menos de risa.
Pero no nos equivoquemos, lo que John Sculley pretende es que Apple haga iPhones baratos, y el mismo Phil Schiller decía el otro día que Apple nunca haría un iPhone de gama baja, porque Apple sólo fabrica excelencia tecnológica.
Sin embargo el ex presidente de Apple y Pepsi-Cola defiende sus argumentos diciendo que los mercados desarrollados ya están saturados con la presencia del iPhone, y que hay mercados emergentes potenciales, como India, que reaccionarían muy positivamente con un iPhone de gama baja.
Apple necesita adaptarse a un mundo muy diferente. Cuando tu smartphone empieza a bajar de la barrera de los 500 dólares, hasta los 100 en algunos casos, tienes que repensar drásticamente el funcionamiento de tu cadena de montaje, para así hacer tus productos rentables. Y Tim Cook es el líder perfecto, porque es un experto en negociar con los proveedores de componentes.
Los márgenes de beneficios de Apple por la venta de cada iPhone son realmente altos, pero los de Cupertino están en todo su derecho de negarse a hacer productos nuevos de gama baja. Para el que no quiera gastar mucho dinero, siempre tiene ahí el iPhone 3GS o iPhone 4, que regalan con cualquier operadora con contratos pequeños. Es un teléfono viejo, pero que funciona muchísimo mejor que esos Android de gama baja que regalan las operadoras, como el Xperia U o el Galaxy Ace.
Para colmo, el iPhone 3GS aún soporta oficialmente la última versión de iOS 6, cosa que muchos Android más modernos soñarían poder tener. Por lo tanto, el que no tiene un iPhone a un precio asequible es porque no quiere, porque dice que es viejo. Sin embargo mucho mejor que los nuevos de gama baja.
Samsung es un grandísimo competidor. La diferencia entre un Galaxy y un iPhone 5 ya no es tan grande como hace años.
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