La historia de Apple y el skeumorfismo | Parte II

Los coqueteos de Apple con el skeumorfismo no son un capricho inspirado por las modas actuales sino que vienen de mucho más atrás. Una de las constantes de la multinacional californiana a lo largo de la historia ha sido tratar de ofrecer al usuario las mejores tecnologías disponibles en cada momento, independientemente de las tendencias coetáneas o a quién le correspondiera tomar decisiones. Precisamente eso fue lo que motivó a los californianos a ser partícipes un movimiento cuya finalidad es que las cosas nuevas parezcan antiguas y nos suenen familiares.

Como ya hiciéramos ayer, en esta segunda entrega continuaremos con el paseo por la historia de esta relación desde sus inicios, allá por la década de los 80, hasta la actualidad.

QuickTime 4

El reproductor QuickTime 4 aportó una remozada interfaz que fue diseñada siguiendo la idea de lograr la apariencia de un dispositivo electrónico real. Ésta, supuso una abrupta separación respecto a los estándares de la época con un claro skeumorfismo que hacía gala de elementos como cajones, apariencia metálica o la ausencia de bordes en la venta, que se mantuvieron en el sistema operativo en los años posteriores.

Reproductor DVD de Apple

El Reproductor DVD de Apple integrado en Mac OS 9 fue más allá presentando una aplicación sin ventanas, con un diseño redondeado que recordaba al del ratón del primer iMac. Su arriesgada interfaz complicó la adaptación de unos dubitativos usuarios que a duras penas, sabían cómo mover el programa de un lado a otro del escritorio. En Cupertino supieron admitir de su error, subsanándolo en OS X.

iTunes

Otra muestra del diseño skeumórfico empleado entonces por Apple pudimos encontrarla en iTunes, el reproductor por excelencia en su ecosistema. La versión 1.0, que presumía de una interfaz biselada con apariencia metálica, parecía llegada del futuro antes incluso de que OS X viera la luz. Aunque con visibles diferencias, resultantes de las numerosas actualizaciones que ha experimentado, algunos elementos como el OSD en la parte superior siguen formando parte de iTunes hoy en día.

Concebida como un experimento, su interfaz fue un rotundo éxito. Una combinación perfecta entre un atractivo skeumorfismo y la usabilidad de las interfaces tradicionales, que consiguió demostrar que alejarse de lo convencional podía funcionar, siempre que se respetasen unas bases.

Aqua

Aqua, la interfaz de usuario por defecto en Mac OS X, acentuó muchos de los detalles que pudimos apreciar en versiones anteriores y sirvió además para catapultar el sistema operativo a la fama. Estaba cargada de elementos inspirados en el propio hardware de Apple como los botones redondeados adoptados del botón de expulsión de CD del primer iMac o los colores traslúcidos de la manzana azul presente en los Power Mac G3 y G4. Por primera vez en la historia, los gráficos de un ordenador eran capaces de soportar iconos fotorealistas, animaciones fluidas, texturas en alta definición, y sombreado de texturas. Apple no dudo en incorporar estos recursos y su decisión no pudo ser más acertada, porque cambió el concepto de interfaz de usuario para siempre.

Con el paso del tiempo, Aqua fue evolucionando para reflejar los cambios efectuados en el hardware. Aunque la interfaz realmente no recordase a ningún objeto real en concreto, sí que es cierto que fue un reflejo de las decisiones tomadas por Apple en lo que a diseño se refiere, durante los 10 años anteriores.

Apariencia metálica

Mac OS X imprimió a muchas de sus aplicaciones una fría textura metálica durante bastantes años. Empleada por primera vez en QuickTime, Sherlock e iTunes, llegó por primera vez al denominado sistema operativo más avanzado del mercado como un tema opcional de la interfaz del sistema. Posteriormente, en Mac OS X 10.3 Panther, el metal cepillado sería incluido tanto en Finder como en Safari, siendo sustituido finalmente en 2007 con la llegada de Leopard.

iOS

El creciente éxito de los iPhone, iPad, y iPod Touch trajo consigo una nueva generación de usuarios. Para disminuir su curva de aprendizaje, Apple ha querido tratar de allanarles el camino empleando objetos de la vida cotidiana tales como, hojas de papel, símiles de cuero, estanterías de madera e incluso señales de tráfico. Estas guías, sin duda facilitaron la adaptación de los usuarios noveles al sistema operativo pero por otro lado, tuvo dos consecuencias negativas:

1. Pese a poder identificar los elementos procedentes del mundo real en el sistema, el usuario seguía siendo incapaz de traducir ese conocimiento en una interacción.

2. El software se vió innecesariamente sujeto a las limitaciones del objeto físico.

Con la salida de Mountain Lion, estas guías visuales propuestas por Apple han regresado al sistema operativo cumpliendo, irremediablemente, el segundo punto expuesto anteriormente. La estandarización de las pantallas Retina y su consecuente aumento de píxeles para rellenar, probablemente agrave el problema debido a que, todo parece indicar que el skeumorfismo seguirá empleándose en el futuro próximo.

Sin más dilación, ponemos punto y final a este paseo por la historia. El diseño skeumórfico podrá tener más o menos detractores, pero no cabe duda de que su uso a través de pequeñas pinceladas hasta conseguir el sistema operativo que todos conocemos hoy en día, ha ayudado en buena medida a que OS X entre por los ojos a propios y extraños.

Y vosotros, ¿estáis a favor o en contra de esta tendencia?