Un día cualquiera con mi iPad | Diego Liarte

Seguimos una semana más con nuestro especial sobre cómo usamos cada editor de Applesencia nuestro iPad diariamente. Así pues, os voy a contar en qué tipo de tareas me acompaña el iPad en un día normal, el cual se ha convertido en un compañero de clase imprescindible por primera vez. Ya hace más de seis meses que lo tengo y sin duda es una herramienta de trabajo complementaria del ordenador, pero no sustituta. Sólo es un Mac viajero.

¿Cómo es mi uso con el iPad?

Al contrario que el iPhone, el iPad o el Mac no los toco hasta que llego a clase a primera hora de la mañana. Sólo llevo el Mac dos días a clase para las prácticas, el resto de días en mi bandolera sólo me acompaña el iPad y una carpeta, la cual apenas uso y que solo sirve para almacenar fotocopias.

Gracias al iPad he conseguido convertir archivadores y montañas de apuntes en un dispositivo de mano en el que todos mis apuntes están centralizados y sincronizados con iCloud y Dropbox. En ocasiones tomo notas a mano y otras subrayo PDF, o tomo notas sobre ellos.

Muchos piensan que el iPad es el sustituto del Mac, pero ni de lejos. Simplemente es un compañero y complemento genial, pero que te da pocas opciones si no tienes un ordenador sobre el que apoyarte. Sobre todo porque aunque se pueden hacer muchas cosas en el iPad, cosas que en el Mac llevan pocos minutos, en el iPad se podrían eternizar.

Un ejemplo sencillo pueden ser los apuntes de historia del arte que tomo con Pages, que al llegar a casa formateo y les añado imágenes. En poco más de 10 minutos está listo con el Mac. Con el iPad podría tardar más de una hora perfectamente. El flujo de trabajo y la productividad del Mac es infinitamente superior.

Con esto no quiero dejar al iPad por los suelos, porque sin duda hay aspectos en los que es mucho mejor que el Mac. El primero de todos es su extrema portabilidad, que permite llevarlo a cualquier sitio sin notar un lastre en nuestra bolsa. La batería es otra de sus grandes virtudes, que me permiten aguantar casi toda la semana sin cargarlo.

La fluidez del aparato y buena respuesta lo hacen una auténtica delicia para tomar apuntes o notas con el teclado virtual o el stylus de Wacom que tengo. Con el Mac no puedo tomar notas a mano, aunque con éste escribiría más rápido que con el teclado virtual del iPad, pero la portabilidad del Mac es su mayor desventaja, que provoca dolores de espalda si tienes que transportarlo en largos trayectos andando.

Por la mañana en clase

Como decía anteriormente, la mayor parte de uso del iPad se la doy en clase, ya que en casa a duras penas lo utilizo, sobre todo porque en la cama uso el iPhone y en el escritorio el rey es el Mac. Gracias a la sincronización en la nube, todos los cambios que realizo en mis apuntes se vienen al Mac.

Las dos aplicaciones que más uso con diferencia en el iPad son Pages y Noteshelf. Pages la uso casi en exclusiva para Historia del arte, donde puedo componer un documento escrito al que más tarde le doy formato y completo en casa, pero que permite tomar notas mucho más rápido que a mano alzada, pudiendo captar más cosas de las que dice el profesor que la mayoría que escriben a mano. iCloud es el que permite la magia de que en ambos dispositivos esté una versión actualizada y sincronizada de mi documento.

Noteshelf el para el resto de asignaturas, las cuales tienen una libreta dedicada, y donde voy tomando notas. Para ello hago uso de mi Bamboo Stylus de Wacom, el cual se hace perfecto para hacer problemas en clase o escribir fórmulas, cosa que sería imposible en un procesador de textos como Pages. La ventaja que ofrece Noteshelf es que además podremos escribir texto junto con los escritos a mano.

Para aquellas asignaturas donde la teoría se imparte en apuntes ya preparados por el profesor en PDF, tenemos dos opciones: GoodReader y GoodNotes. Yo personalmente utilizo GoodNotes, que me gusta más por su interfaz, aunque he de reconocer que GoodReader es bastante más completo, y complejo para mi gusto. No necesito una aplicación tan complicada para leer apuntes en PDF y tomar alguna nota.

La Calculadora es una de esas aplicaciones que te preguntas por qué no están en el iPad cuando tienes que hacer alguna operación matemática, así que toca bajarla de la App Store. Hay miles de alternativas, pero yo uso Calculadora para iPad, que es gratuita y funciona muy bien.

Safari, Tweetbot y Reeder son tres aplicaciones que nunca se cierran en mi tablet, puesto que son de uso obligado en los ratos libres, donde aprovecho para leer Twitter, las noticias por RSS o navegar por Internet a través de Safari, el cual también nos saca de algún apuro cuando hay que consultar alguna información en clase.

Conclusión

Después de lo expuesto, queda claro que el iPad es una grandísima herramienta y compañero del Mac, que no sustituto. Hemos analizado sus inconvenientes o carencias, que no lo hacen la herramienta perfecta para todo tipo de tareas, pero sí es increíblemente bueno, sin rival en algunas otras.

Sus carencias son evidentes, pero perfectamente completables por el ordenador en casa, así que si pensabas tirar el ordenador a la basura para comprarte un iPad, mejor piénsatelo dos veces, porque seguramente te arrepentirás.

El Mac, por su parte, mucho más completo, pero con la portabilidad como mayor inconveniente, porque los dos kilos del MacBook de aluminio no son moco de pavo en un trayecto de 2 kilómetros andando, y la espalda se empieza a resentir con el paso de los días. Quizás si tengas un MacBook Air tu experiencia sea distinta, pero con el MacBook y el iPad, ese es mi día a día.