Como todos sabemos, los rumores vienen y van, en este caso parece ser que podemos ir olvidando la idea de un iWatch, ya que los de Cupertino están presuntamente desarrollando ropa inteligente. Esta ropa utiliza el concepto del iWatch pero elevado al máximo exponente, en el que no se limita a una pequeña pulsera, si no que casi todo nuestro cuerpo interactúa con el dispositivo.
Este concepto de ropa inteligente se está desarrollando de manera secreta, integrando en prendas de ropa sensores inalámbricos que monitorizan ciertas actividades. Esta tecnología no está diseñada exclusivamente para actividades deportivas, sino que podría tener usos médicos o incluso para la producción industrial y el seguimiento de paquetes.
Hace 3 años, ya se descubrió un tomo de 83 páginas de patentes realizadas por la empresa de Cupertino y en las que se descubrían diferentes sensores inalámbricos que, entre otras acciones, cuantificaban acciones o eventos que podían ser medidos exclusivamente de forma cuantitativa, por ejemplo, la efectividad de una patada de karate o qué ha ocurrido exactamente con un paquete de FedEx que ha llegado roto a su destino.
Desde entonces, Apple ha seguido perfeccionando estas tecnologías y esta misma semana se le concedieron los derechos para continuar con la aplicación de la patente bajo el título “Red de objetos personales y sus métodos asociados”. Esta hace referencia a docenas de patentes de nueva creación, incluyendo algunas de la compañía de la manzana con fecha del 2001.
Entre los sensores a destacar aparecen algunos que se dedican a la monitorización de los movimientos realizados por el usuario, con forma similar a la de una pegatina cuadrada. Este sensor incluye un procesador, un detector, un puerto de comunicaciones y una batería. Este tipo de sensores son similares a los utilizados para el servicio de Nike, denominado Nike+, que conecta nuestros iPod y dispositivos iOS con las zapatillas de la marca deportiva y contabilizan nuestra actividad deportiva, ritmo…
En la nueva generación de sensores, estos pretenden ser integrados también en bicicletas. Según se ha ideado, estos incorporarían un receptor, localizado en el enganche del sillín con el cuerpo de la bici, al que otros sensores integrados en diferentes lugares de la bicicleta mandarían toda la información que reciben para ser almacenada. Estos sensores se colocarían en zonas estratégicas, como el plato, el pedal, los radios y el manillar para cuantificar diferentes parámetros.
También se está trabajando en sensores de monitorización de eventos –EMD–, que pueden almacenar datos sobre humedad, pulsaciones, presión, estrés, peso, factores medioambientales y condiciones de peligro. De estructura, composición y funcionamiento idénticos a los anteriores, los monitores EMD trabajan sobre uno o más valores. Su finalidad es la de que, si se sobrepasa un determinado valor en un parámetro, se dice que un evento x ha ocurrido. Esto supone que el dispositivo avisará al usuario al detectar que un determinado valor ha sido sobrepasado mostrando un mensaje o almacenando ese dato para su posterior análisis.
En definitiva, Apple está estudiando la posibilidad de miniaturizar e incorporar en la ropa todos estos sensores, especialmente con fines deportivos en un primer momento. Una de las marcas que más suena para incorporar estos sensores a sus productos es Nike, lo que supone, que si estos productos se hacen realidad, tendrán las ventas casi garantizadas, dada la increíble cantidad de clientes que posee la marca norteamericana.
