Un día cualquiera con mi Mac | Diego Liarte

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Volvemos como cada miércoles con nuestra sección más personal, en la que esta vez me toca hablar de mi día a día con el ordenador de Apple. Por mucho que esté llegando la era post-PC, soy de los que sigue apostando fuerte por los ordenadores, ya que aunque uso el iPad y el iPhone en casi todos los ámbitos de trabajo, aún existen campos en los que el ordenador es el rey, como por ejemplo a la hora de escribir.

Un día cualquiera con mi Mac, Diego Liarte

Una edición más volvemos con nuestra sección Un día con nuestro Mac, siguiendo la serie de entradas “Un día cualquiera con” relatando nuestro día a día con nuestros cacharros que llevan la manzana mordida. Si queréis conocer cómo trabajamos con nuestros iDevices, os recomiendo que leáis Un día con mi iPad y Un día con mi iPhone para conocer más sobre la forma de tratar el flujo de trabajo diario de los editores de Applesencia.

Aunque le dedico un grueso importante al iPhone a lo largo de mi día, pues está siempre en mi bolsillo, el Mac cobra mucha importancia en el desarrollo de mi trabajo a diario. El iPad es un buen compañero, pero ni mucho menos un sustituto. Cada día lo traigo con más frecuencia a clase, y el iPad lo dejo más de lado, pues me doy cuenta que para muchas tareas el Mac es tremendamente más eficaz como herramienta de trabajo.

Poseo un MacBook de aluminio de finales de 2008 con procesador Core 2 Duo a 2.0 GHz, 8 GB de memoria RAM y disco duro SSD de 256 GB. Como veis, gracias a las ampliaciones que le he ido realizando con el paso del tiempo, después de casi cinco años, está hecho un campeón y se mueve con mucha fluidez, corriendo OS X Mountain Lion 10.8.3.

Por la mañana

Lo primero que hago una vez me aseo es prepararme la mochila antes de salir a clase. Los días que me lo llevo lo meto en la mochila. Mantengo el cargador original sobre el escritorio, pues tengo uno de “repuesto” en la mochila que compré en DealExtreme por 20 euros, y que me sirve para no quedarme tirado en mitad de clase.

Después de 826 ciclos de carga en una batería que debería empezar a morir a partir de los 300 ciclos, mi equipo me ofrece una autonomía aproximada de dos horas con una carga de trabajo medio. Desde luego es para sentirse afortunado, sobretodo por la cantidad de gente a la que le petan las baterías en los Mac antes de llegar al ciclo de vida máximo.

Cuando abro el ordenador y meto la contraseña lo primero que hago es reajustar mi espacio de trabajo, pues en casa trabajo con un monitor de 23 pulgadas, y ventanas que utilizo maximizadas como Chrome, Photoshop o Illustrator no se ajustan automáticamente. Decir que prácticamente nunca apago el ordenador, a no ser que vaya a pasar el día entero fuera de casa. Pero para acostarme y encenderlo a la mañana siguiente no me molesto en apagarlo, por lo que el Mac puede tirarse semanas sin apagarse.

Teclado del MacBook Pro

Después me dispongo a leer correos y contestar aquellos más importantes que dejo para después en el iPhone, y que contesto desde Sparrow. También leo algo de RSS con Reeder y algún tweet nuevo con Tweetbot, pues estas tareas ya las he realizado por primera vez con el iPhone.

Así pues, abro Illustrator o InDesign y me pongo con las tareas y las prácticas que nos mandan en clase. Como la conexión Wi-Fi es muy pobre y mi MacBook tiene una recepción pésima, poco puedo hacer por Internet, aunque mis compañeros con PC o yo mismo desde el iPhone o iPad me puedo conectar con más suerte. Sin embargo, parece que la mejora de las redes Wi-Fi con 10.8.3 era cierta, porque me ha mejorado sustancialmente la recepción inalámbrica.

Al volver a casa

En el camino de vuelta en el autobús podría utilizar el ordenador ya que gracias al disco SSD no tendría que preocuparme por las vibraciones y que se rompiera, pero con el iPhone me basto para seguir conectado. Así que cuando llego a casa, lo saco de la mochila, lo monto sobre el escritorio y le conecto el monitor NEC EA231WMi de 23 pulgadas, Full HD, y que conecto con un cable directo de Mini DisplayPort a DisplayPort.

La tarde la paso sobre todo conectado a Internet, en las redes sociales y escribiendo para Applesencia. Digamos que es mi momento de máximo uso del Mac, donde hago prácticamente de todo. Los trabajos tampoco faltan, por lo que la suite de Adobe siempre está cargada en memoria, además de Pages ocasionalmente, para redactar memorias de proyectos o apuntes.

MacBook de noche

Por la noche, si me queda algo de tiempo libre me veo alguna serie en VLC, de las que me descargo en uTorrent gracias al método automatizado de TV Shows, de Víctor Pimentel, que ya entrevistamos en Applesencia hace tiempo.

Este ha sido mi día a día con el MacBook, sin duda uno de los mejores aciertos al comprarlo y estoy tremendamente satisfecho de la potencia y la sencillez que me ofrece.

Archivado en MacBook, OS X, OS X Mountain Lion, Un día con mi Mac
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Comentarios (16)

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  • Marco dice:

    Apoco después de casi 5 años con tu Mac eso es lo que dura la batería 2 horas con toda la carga?(claro después de todas las recargas), y no se le puede cambiar por una nueva?

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