Todos sabemos que Apple es una empresa muy restrictiva para según que cosas. Por ejemplo, sabemos que nadie puede introducirse en su sistema operativo sin granjearse (teóricamente) su enemistad. Una prueba de ello es la constante lucha entre la empresa de la manzana mordida y el mundo del jailbreak, lucha que, al parecer, ninguno de ellos quiere dejar aún teniendo las fuerzas bastante igualadas.
Otro sector donde Apple quiere tener la voz cantante es en su tienda de aplicaciones. Sabemos que son muchas las aplicaciones que entran fugazmente en esa tienda, ya que cuando Apple descubre que hay algo que se sale de las normas que ellos han establecido no tarda mucho tiempo en desaparecer. Una de las últimas en sufrir las consecuencias ha sido AppGratis, que, al “infringir” algunas de las normas de los de Cupertino, ha terminado desapareciendo de la App Store.
Sin embargo, en un intento por sobrevivir en este mundo sobresaturado de aplicaciones, Simon Dawlat, creador de la aplicación, explicó a sus usuarios que, aunque la aplicación no estuviese en la App Store, el servicio seguiría funcionando para todos aquellos que mantuviesen la aplicación instalada. Este servicio incluía la notificación push que nos avisaba de que habían disponibles nuevas aplicaciones gratuitas o con descuento.
Y sí, he dicho incluía, porque en un alarde de superioridad, Apple ha suprimido el servicio push de esta aplicación, de forma que, aunque tengamos la aplicación, no tendremos las notificaciones que teníamos hasta ahora. Y es que cuando Apple dice que no, es que no, tenga o no razón. Pero Simon no se ha quedado quieto. En una guerra parecida a la de David y Goliat, el creador de AppGratis se ha puesto en marcha, reuniendo firmas para que Apple vuelva a poner su aplicación en la tienda, empezando a trabajar en una aplicación en HTML5 (una manera de burlar las prohibiciones de Apple) y creando un boletín diario con las ofertas de las aplicaciones.
Yo entiendo que todos tenemos derecho a que nuestro trabajo sea reconocido, sobretodo cuando tenemos mucho éxito y estamos haciendo un servicio que ayuda a muchas personas. Pero también entiendo que, si queremos estar en una plataforma que nos impulsa, tenemos que seguir las normas de esa plataforma, sean lo restrictivas que sean. Apple no permite que existan aplicaciones en su App Store que promocionen otras y puedan crear confusión con la propia App Store, como dice el artículo 2.25 del contrato con desarrolladores. También se acogen al artículo 2.12: “Las aplicaciones que no se consideren útiles, que sean sencillamente una réplica de sitios web o que no ofrezcan entretenimiento, puede ser rechazadas”.
No creo que Apple tenga razón en ser tan restrictivo con esta aplicación, pues hay muchas otras que hacen lo mismo y no han sido eliminadas. Es muy posible que se haya elegido esta aplicación porque tiene mucho éxito y no permite que Apple recoja todos los beneficios que desea de su App Store. Pero también entiendo que el negocio es suyo y puede hacer con él lo que quiera, y si no te gusta, pues no uses ese servicio.
Intentar obligarles a que vuelvan a aceptar su aplicación es como intentar que al ayuntamiento cambie de dirección una calle porque me es más fácil entrar a mi garaje. Lo lógico es que sea yo el que busque una nueva manera de entrar a mi garaje sin infringir las normas de circulación. Al menos esa es mi manera de pensar. ¿Qué opinas tu?
Sucede que App gratis cobra dinero para promocionar a otras apps, y no es nada barato. Pero alguien que tenga una buena aplicación y no tenga dinero para promocionar su trabajo, entonces te jodes. Y lo que busca Apple es igualdad porque de todas maneras Apple gana.