Mucho se ha hablado de la lucha entre WhatsApp y LINE y de las diferentes alternativas que van surgiendo Libon, Spotbros, Wechat, Nimbuzz… Y todo parece indicar que la progresión de la aplicación de origen japonés creada después del terremoto de marzo del 2011, donde cayeron las lÃneas telefónicas del paÃs, para la comunicación entre los trabajadores de la empresa surcoreana NHN sigue en aumento. Pues bien, su rápida popularidad tiene una explicación bastante obvia.
Si a la originalidad de los stickers –emoticonos– propios de LINE y otras aplicaciones asociadas a la aplicación que dan aire fresco a la sobriedad de WhatsApp le añadimos la mala estrategia debido a su falta de previsión ante los futuros competidores y su lenta reacción para calmar a sus suscriptores por la decisión de cobro de su aplicación con una cuota anual –aprox. 0,89 euros–, por parte de WhatsApp. Aparecen los resultados previsibles, un trasvase de usuario a LINE y en menor grado al resto de compañÃas.
Cuando parece que todo estaba escrito sobre el más que probable cambio de lÃder de la mensajerÃa instantánea –si no lo es en estos momentos que escribo este artÃculo– aparece Google, dispuesto a dar guerra y hacer que el acceso al liderazgo no sea algo tan fácil. Los rumores de la compra de WhatsApp llegaban hasta aproximádamente 1.000 millones de dólares, una cifra bastante elevada para un servicio como WhatsApp.
Pese a ser un rumor me parece una excelente oportunidad para que la empresa de Montain View pueda ofrecer un servicio de mensajerÃa instantánea que actualmente no ha podido dar con éxito con su GTalk. Sin embargo, la cuestión una vez que los rumores han sido desmentidos es la siguiente, ¿no serÃa una muy buena oportunidad para que Apple entre en mercado de la mensajerÃa instantánea multiplataforma con fuerza?
Personalmente creo que una de las grandes carencias del iOS es un sistema de mensajerÃa multiplataforma. Y si a esto le añadimos que puede extenderse a los demás sistemas operativos –Android, BB10, Windows Phone…– supondrÃa un golpe maestro a la competencia, adquiriendo una joya que ha generado un estándar en la comunicación, que actualmente esta de capa caÃda.