Ya estamos de vuelta, una semana más, en Apple Vintage, la sección retro de Applesencia en la que recuperaremos los productos que han ido marcando la evolución de Apple hasta convertirse en la compañía que todos conocemos hoy en día. Hoy abriremos el baúl de los recuerdos para desempolvar Lisa 7/7 Office, la suite compuesta por siete revolucionarios y sofisticados programas, que sirvió como reemplazo del tradicional Lisa Office System.
A mediados de 1984, Apple publicó la versión 3.0 de todo el software Lisa. Para ello, se optó por dar una vuelta de tuerca a lo que, hasta entonces, había sido comercializado como una serie de aplicaciones integradas, rebautizándolo como Lisa 7/7; esto era, una única aplicación encargada de llevar a cabo siete funciones distintas.
El paquete de software podía ser adquirido en dos formatos. El coste del primero, donde se incluía el sistema operativo, ascendía hasta los 695 dólares; el segundo, por su parte, llegaba en forma de actualización para los propietarios de la versión 2.0 quienes, aunque no hubieran adquirido las siete aplicaciones, podían adquirirlo por 150 dólares.
Con el lanzamiento de Lisa 7/7 se trataron de cubrir todas las actividades comunes en cualquier oficina, con la excepción de la contabilidad. No obstante, los programas integrados en la suite podían realizar cálculos, dibujos, gráficas, ordenar y mantener listas, procesado de textos, y un largo etcétera.
Programas de Lisa 7/7
– LisaCalc: aplicación para hojas de cálculo, capaz de ofrecer una matriz de 225 x 225 y hasta 126 dígitos en pantalla. Asimismo, podía localizar búsquedas circulares, asignar anchuras independientes a cada una de las columnas de las hojas, y realizar cálculos en el calendario.
– LisaDraw: aplicación especialmente ideada para gráficos de presentación y carteles, que podía trabajar con documentos de hasta 4 x 8 pies, e imprimirlos a lo largo de cualquier eje del papel. Las imágenes eran almacenadas de forma matemática, por lo que podía ser fácilmente editadas, redimensionadas, rotadas o volteadas.
– LisaList: herramienta encargada del desarrollo de bases de datos, con hasta ocho tipos de datos variables, tales como teléfono, seguridad social, código postal, fecha, hora o coste. Del mismo modo, facilitaba al usuario la posibilidad de ordenar los datos en varias columnas –que podían ser añadidas, eliminadas, u ocultadas– en orden ascendente o descendente, y realizar búsquedas.
– LisaGraph: ofrecía la misma tabla de valores que LisaCalc, y brindaba al usuario la opción de elaborar hasta siete tipos de gráficas de datos –líneas, puntos, barras, barras apiladas, barras 3D, pastel y área–, y plasmarlas a pantalla completa, media pantalla o a un cuarto de pantalla.
– LisaProject: medio auxiliar de planificación de proyectos. Dicho planificador de tareas y gestor de costes, contaba además con la habilidad de crear diagramas de flujo, y coste y oportunidad.
– LisaTerminal: soportaba el protocolo XON/XOFF y podía comunicarse, en cualquier dirección, de 110 a 19,200 bps. Permitía mantener varias conexiones, alternar entre ellas, e incluso recordar las configuraciones personalizadas de las transmisiones establecidas.
– LisaWrite: editor de textos, cuyos tamaños estaban limitados, únicamente, al espacio disponible en disco. No solo ofrecía múltiples tipos de espaciados, sino también vistas de regla que facilitaban el ajuste de márgenes en los textos.
Funcionamiento de Lisa 7/7
Los programas englobados dentro de Lisa 7/7 estaban integrados de tres formas distintas: cada uno contaba con su propia interfaz de usuario; los datos podían ser transferidos entre la mayoría de módulos, aunque no en todos; y por último, era posible suspender la actividad de un solo programa para activarla en cualquier otro.
Donde Lisa 7/7 realmente sobresalía, era en sus convenios de programación uniformes. Por ejemplo, las normas de edición de texto eran idénticas en todos los módulos y en cualquier circunstancia; ya estuviéramos renombrando un documento, introduciendo una cadena de texto, o comenzando una búsqueda dentro del mismo, la edición era realizada del mismo modo.
Otra de las prestaciones más destacadas de la suite, y como consecuencia directa de la multitarea del sistema operativo, residía en la posibilidad de cambiar rápidamente entre programas. Bajo 7/7, la función en curso se desactivaba al cambiar de aplicación y pasar a segundo plano; sin embargo, al regresar al programa original, se recuperaba el estado que se había interrumpido.
No cabe duda de que es trataba de una potente suite con innumerables posibilidades, que lamentablemente se vio lastrada por su alto precio, y por el fracaso comercial que supuso su soporte físico, el Apple Lisa.
Antes de despedirnos, os dejamos con una extensa galería de fotos por cortesía de la web Shrine of Apple.
Hasta aquí hemos llegado por hoy. Dentro de 7 días continuaremos con nuestro particular repaso por la fructífera historia de Apple. ¡No os lo perdáis! Si ansiáis que desempolvemos algún producto en particular o si tenéis en casa alguno que os gustaría que incluyésemos en futuras entregas, os invitamos a que lo compartáis con nosotros.
