En artículos anteriores vimos algunas leyendas que circulan por ahí con respecto a Apple que no son del todo ciertas, como que necesitas obligatoriamente un ordenador con iTunes para usar un iPhone o que Mac no es compatible con Windows. En este artículo vamos a desmentir otra de estas leyendas: las aplicaciones que uso en Windows no podré usarlas en Mac.
Antes de nada, comentar que las aplicaciones de las que vamos a hablar aquí son aplicaciones de uso general, ampliamente utilizadas en todo el mundo. Si tienes alguna aplicación muy específica que usan muy pocas personas, es posible que no te sea tan fácil usar estas aplicaciones en OS X, por lo que tendrías que usar BootCamp o Windows virtualizado, como vimos en el artículo anterior, o utilizar aplicaciones de terceros, como CrossOver, que virtualiza solo los componentes de Windows necesarios para usar tu aplicación.
Como seguramente sabrás, el estándar por excelencia para ofimática es Microsoft Office. Este paquete de software incluye una infinidad de programas, como Word, un gran procesador de texto, Excel, el programa de hojas de cálculo por excelencia, Access, magnífico para crear bases de datos muy completas y PowerPoint, muy buena herramienta para crear presentaciones. Es muy posible que si usas Windows tengas alguna versión de este paquete ofimático y no quieras dejar de usarlo, por lo que ni siquiera te planteas pasarte a otro sistema. Básicamente estás atado a un sistema de trabajo, más que a un sistema operativo.
Pero, al cambiar de sistema operativo, se puede aprovechar para cambiar también el sistema de trabajo. Aunque en OS X también tenemos Office, Apple desarrolla para su sistema operativo un paquete ofimático muy completo, llamado iWork, compuesto de tres aplicaciones: Pages, el procesador de textos, Numbers, la hoja de cálculos y Keynote, el editor de presentaciones por excelencia. Cierto, no tenemos un editor de bases de datos en el paquete, pero sí tenemos muy buenos sustitutos, como SQLite o File Marker Pro, entre otros. No quiero entrar en el debate de cuál es mejor, ya que se habló de eso hace poco. Además, estos programas son completamente compatibles con sus omónimos de Microsoft, ya que puedes exportar tus documentos al formato de Office, al contrario que en Windows, que no puedes exportar al formato de iWork. ¿Quién, entonces, es el incompatible?
Office es un estándar, pero… ¿Y el resto?
¿Y si usamos cualquier otro programa? ¿Podré usarlo en OS X? Pues si es un programa más o menos extendido lo más seguro es que sí puedas usarlo, ya que la gran mayoría de desarrolladores se están dando cuenta (un poco tarde a mi entender) de que OS X es un sistema cada vez más utilizado, no solo en entornos profesionales, sino también por usuarios domésticos, por lo que la mayoría de ellos están portando sus aplicaciones a este sistema. Eso significa que tenemos casi cualquier aplicación que necesites usar en nuestro sistema de la manzana mordida, y si esa aplicación que buscas no está, seguro que hay alguna que es completamente compatible.
La verdad es que, lo bueno de usar un sistema como OS X es que tienes la certeza de que vas a tener una gran cantidad de software profesional de tu lado, ya que, durante muchos años Apple ha sido un entorno básicamente dedicado a ese sector. Gracias a eso, sus aplicaciones son muy sencillas de usar, aunque con una gran potencia. Por poner un ejemplo, muchas de las películas que se han aparecido en los cines en los últimos años, han sido editadas con aplicaciones de Apple, como Final Cut Pro, un software de edición de vídeo realmente potente y sencillo de usar, aunque con un precio que compite directamente con cualquier otro software del mercado.
Los diseños que podemos realizar con la mayoría de las aplicaciones creadas para Mac, superan en calidad a las realizadas para Windows, ya que estos últimos aún están estancados en el pasado, mientras que una de las características que más a destacado siempre de la empresa de la manzana mordida a sido todo lo que tiene que ver con su diseño y su manera de hacer las cosas. Sabiendo esto, la mayoría de los desarrolladores han puesto una dedicación máxima en las versiones de sus aplicaciones para Mac, llegando al caso que algunas de ellas funcionan mejor en OS X que en Windows.
Eso nos lleva a otro de los mitos que hay alrededor de la empresa de la manzana mordida: puedo crear y editar mis propios documentos en casa, realizando verdaderas obras de arte, pero ¿de qué me servirá, si Mac es un sistema casi inexistente? Hay tan pocos usuarios domésticos que lo tienen que estaré bastante solo. En el próximo artículo verás que estarás más acompañado de lo que piensas. No te lo pierdas.