En el artículo anterior, os mostramos que la leyenda de que para tener un iPhone o iPad es imprescindible un ordenador con iTunes instalado es falsa. En este artículo continuaremos desmintiendo esos mitos que hacen que la gente dude si pasarse a Apple o no, continuando con otro de los mitos más conocidos, aunque en esta ocasión referente a los hermanos mayores de Apple: los Mac no son compatibles con Windows.
Antes de nada, hay que matizar que en este artículo me voy a centrar en el nivel de hardware, porque todo lo que tiene que ver con software lo hablaremos en otro artículo más adelante. Muchas personas creen que si se compran un Mac, ya sea un portátil MacBook Pro o Air, un “todo-en-uno” iMac o uno más profesional, el recientemente rediseñado Mac Pro, va a tener que olvidarse de todo lo que tiene que ver con Windows, porque, como se tiene normalmente creído, Mac es completamente incompatible con Windows.
Desgraciadamente, tengo que darles la razón, pero solo en parte. Tal y como está construido el sistema de arranque de un Mac, si quisiésemos iniciar directamente con un CD de Windows para instalarlo en nuestro ordenador, no conseguiríamos nada más que un error de arranque y tener que volver que arrancar el ordenador de nuevo para encender nuestro sistema OS X. ¿Por qué? Porque los Mac no usan el sistema de arranque “estandar” que usan las placas de PC. Me explico:
Como seguramente sabrás, y si no lo aprenderás ahora, los PC usan un sistema de arranque integrado en la placa base llamado BIOS (Basic Input-Outpot System [Sistema básico de entrada-salida]), que lo que hace, de una manera muy resumida, es “leer” todos los componentes instalados en nuestro PC y pasarle esa información a nuestro sistema operativo (normalmente Windows) para que sepa que drivers debe utilizar. Este sistema ya está bastante anticuado, porque trabaja en 16 bits, por lo que desde Windows Vista SP1, todos los sistemas Windows de 64 bits empiezan a compatibilizarse con el sistema con UEFI (Unified Extensible Firmware Interface [Interfaz Extensible del firmware unificada]), similar al utilizado desde hace tiempo en los Mac y otros sistemas operativos “alternativos”, como Linux.
EFI funciona de forma parecida, aunque el sistema es diferente: pone en comunicación directa el firmware (el sistema que controla el hardware físico) con el sistema operativo. Es más rápido y fiable que la BIOS, ya que puede tener una interfaz de 32 y 64 bits. Es como un mini sistema operativo que quita este trabajo al sistema principal. Como es un poco técnico, y yo no soy ingeniero ni profesor, te recomiendo que, si te interesa el tema, busques información en internet. Recuerda: Google es tu amigo.
La idea al comentar lo anterior es simplemente explicar que físicamente los Mac no son compatibles directamente con Windows, lo que no significa que no puedas instalarlo. Desde OS X Leopard, Apple ofrece en sus sistemas operativos un sistema (valga la redundancia) llamado BootCamp, que particiona el disco duro y lo prepara, configurando todo lo necesario para que puedas instalar sin problemas el sistema de Microsoft en cualquier Mac, todo eso de una manera transparente y sin ningún tipo de “trasteo” por tu parte, a excepción de marcar el tamaño de disco que quieres reservar para usar en Windows.
¿Funciona bien esta solución? Por supuesto. Está demostrado que el ordenador que mejor funciona con Windows es un Mac, lo que es un poco irónico, ¿No crees? Si esta solución no te satisface, porque tienes que estar reiniciando el ordenador cada vez que quieres cambiar de sistema, siempre puedes virtualizar Windows en tu Mac. Existen muy buenas herramientas para ello, desde aplicaciones de pago, como Parallels o VMware, a gratuitas, como VirtualBox. De esa manera puedes tener un Windows completo sin salir del sistema principal.
Como ves, la leyenda de que Mac no es compatible con Windows no es cierta, por lo que ahí tienes otro motivo para pasarte al ecosistema Apple. Pero ¿Son compatibles las aplicaciones de Windows con el sistema operativo de Apple, el OS X? Eso lo veremos en el próximo artículo. No te lo pierdas.