Un juez federal ha dictaminado que lo que en un principio era una demanda contra Apple y otras compañías puede proceder como una demanda colectiva después de determinar que un número significativo de empleados de la industria tecnológica, se han visto afectados por los acuerdos de no contratación que se daban entre el personal de contratación y sus compañías.
Este tipo de políticas en cuestión fueron practicadas por Apple, Google, Adobe, Pixar, y otras empresas, como una forma de mantener a sus propios empleados y para que éstos no se fueran a trabajar para la competencia por un salario más alto. De esta manera, el personal de contratación se veía obligado a pagar más a sus empleados para conservarlos y no arriesgarse a perderlos porque una empresa rival pagase más por ellos.
Con el fin de evitar guerras de ofertas, varias empresas hicieron algunos arreglos para evitar el contacto entre empresas y empleados, y con ellos, las ofertas de trabajo. Como es natural, los empleados estaban molestos por esta práctica, ya que debilita su capacidad de negociación para poder conseguir aumentos o encontrar puestos de trabajo en otra empresa.
A principios de este año, un juez dictaminó que no había pruebas suficientes para continuar con el caso como una demanda colectiva, pero después de que los demandantes consiguiesen reunir más pruebas de este tipo de prácticas, el juez dió luz verde a estas demandas y el caso ha cambiado de rumbo, ahora como una demanda colectiva frente a todas estas empresas.
Esto no debe pillar por sorpresa a Apple y a las demás empresas porque no es la primera vez que los demandan por este tipo de prácticas. Hace varios años fueron demandadas por el Departamento de Justicia. Pero aquella vez, no se adjudicaron daños y perjuicios a los empleados, por lo que ahora las acusaciones han cobrado fuerza. El juicio está previsto para mayo de 2014, aunque podría retrasarse por algunos “arreglos legales” realizados por las empresas demandadas.