Ya estamos de vuelta, una semana más, en Apple Vintage, la sección retro de Applesencia en la que recuperaremos los productos que han ido marcando la evolución de Apple hasta convertirse en la compañía que todos conocemos hoy en día.
En esta nueva entrega, abriremos el baúl de los recuerdos para desempolvar el iPod shuffle, hasta entonces, el reproductor más pequeño fabricado por Apple, que además ha trascendido como el primer dispositivo de la familia iPod en utilizar memorias flash en lugar de discos duros tradicionales de 1,8 pulgadas.
Fue presentado a bombo y platillo durante la feria Macworld celebrada el 11 de enero de 2005 bajo el lema La vida es aleaotria; una auténtica declaración de intenciones que permitía intuir un giro de 180 grados en lo respectivo a su manejo.
Y es que, el iPod shuffle fue diseñado para que se le pudiera añadir fácilmente una selección de canciones y reproducirlas de forma aleatoria, basándose en el uso de la opción Autofill de iTunes, que permitía importar canciones al azar desde la biblioteca del usuario o desde cualquier lista de reproducción.
Características del iPod shuffle
En el apartado estético, lo más destacable del iPod shuffle era su cuidado y estilizado cuerpo –8,38 x 2,49 x 0,84 centímetros, para un peso total de 22 gramos– que carecía de pantalla y click-wheel, un aspecto que se convertiría en una seña de identidad para las generaciones venideras, y serviría como rasgo diferenciador respecto al iPod classic y iPod mini.
La parte frontal albergaba botones para reproducción y pausa, siguiente canción y avance rápido, canción anterior y retroceso rápido, y ajuste de volumen. En la parte trasera podíamos encontrar un led indicador de batería y un interruptor de tres posiciones, cuyas funciones eran apagar el iPod o permitirnos conmutar entre reproducción ordenada o aleatoria.
En cuanto a sus especificaciones, el iPod shuffle contaba con una memoria flash de 512 MB –1 GB en el modelo superior–, conectividad USB 2.0 para carga y sincronización, y una batería que prometía ofrecer una autonomía de hasta 12 horas en reproducción.
Según muchos medios especializados, gracias a la tecnología de audio del SOC SigmaTel STMP35xx que incorporaba, conseguía ofrecer una mejor respuesta a nivel de bajos que otros iPod posteriores, tales como el iPod classic de cuarta generación.
Por último, merece la pena hacer hincapié en el perfecto ecosistema que formaba junto a iTunes. La versión coetánea del famoso reproductor de medios de Apple estrenó algunas interesantes funciones, pensadas especialmente para sacar un mayor partido al iPod shuffle: capacidad de reducir, automáticamente, la tasa de bits de las canciones a AAC 128 kbit/s, la posibilidad de ver y modificar listas de reproducción del iPod shuffle mientras no estaba conectado, y un largo etcétera.
Los esfuerzos de Apple por desarollar un iPod de bajo coste –99 y 149 dólares en función de la capacidad–, dirigido al mercado de masas no tardaron en dar sus frutos. Pese a que, inicialmente, desde Cupertino no se quiso especificar cuántas unidades se habían vendido durante sus primeros seis meses de vida, los análisis de algunas firmas como Piper Jaffray desvelaron que, solo en el segundo trimestre, habían ascendido hasta 1,8 millones.
Más tarde, durante la keynote celebrada en septiembre de 2006, en la que se introdujo la segunda generación del reproductor, fue el propio Steve Jobs quien anunció que, hasta la fecha, Apple había vendido la friolera de 10 millones de iPod shuffle.
Antes de despedirnos, os dejamos con una extensísima galería de fotos por cortesía del usuario de Flickr Dimas Arifana.
Hasta aquí hemos llegado por hoy. Dentro de 7 días continuaremos con nuestro particular repaso por la fructífera historia de Apple. ¡No os lo perdáis! Si ansiáis que desempolvemos algún producto en particular o si tenéis en casa alguno que os gustaría que incluyésemos en futuras entregas, os invitamos a que lo compartáis con nosotros.
[…] tú que piensas? Pásate por Apple Vintage: iPod shuffle, “life is random” para dejar tu […]
Podríais hacer un artículo sobre aquel reproductor cd de apple que también se conectaba al ordenador?
Gracias.
Buenas Mark, gracias por tu propuesta. 🙂
¿Te refieres al PowerCD?
Jou….gracias!!!
Me ha traído muy buenos recuerdos 🙂 La cantidad de veces que me tocó rebatir el “pero no tiene pantalla” con un argumento tan sencillo como “es que sólo lo quiero para escuchar música”
Me alegro de que te haya gustado Pableras. Ya sabes, toda idea es bienvenida. 🙂
Te entiendo perfectamente, yo aún conservo un shuffle de segunda generación y, aún a día de hoy, para escuchar música sin mayores complicaciones (mientras haces deporte por ejemplo), pocas opciones mejores se me ocurren.
¡Un saludo!