El tema del espionaje masivo de la NSA aún está trayendo cola, y para rato. Ya sabíamos la posición de compañías como Apple, pero ahora varias de ellas se han unido para promover una reforma de la vigilancia del gobierno de los Estados Unidos y cambiar el modo de actuar de la Agencia de Seguridad Nacional. Las compañías que firman este manifiesto son como hemos dicho Apple, AOL, Facebook, Google, LinkedIn, Microsoft, Twitter y Yahoo.
Se dirigen al Presidente Obama y al Congreso en una carta abierta:
Entendemos que los gobiernos tienen el deber de proteger a los ciudadanos. Pero las revelaciones de este verano han destacado la urgente necesidad de reformar las prácticas de vigilancia del gobierno en todo el mundo.
Hace unos cuatro meses Tim Cook y representantes de otras empresas se reunieron a puerta cerrada con Obama para tratar sobre este tema, justo después que se destapase el caso PRISM. Poco después Apple publicó en su web un informe de como tratan la información de carácter personal delante de peticiones de los gobiernos o de las autoridades.
No hay declaraciones de Apple directamente, pero sí de otros directivos de las otras empresas como por ejemplo Marissa Mayer de Yahoo:
Proteger la privacidad de nuestros usuarios es increíblemente importante para Yahoo. Las revelaciones recientes acerca de las actividades de vigilancia del gobierno han sacudido la confianza de nuestros usuarios, y es el momento del gobierno de los Estados Unidos para actuar y restituir la confianza de los ciudadanos de todo el mundo. […]
Mark Zuckemberg también aporta lo suyo:
Los informes sobre la vigilancia del gobierno han demostrado una necesidad real para una mayor divulgación y nuevos límites en como los gobiernos recopilan información. El gobierno de EE.UU. debería aprovechar esta oportunidad para liderar esta reforma y hacer las cosas bien.
Esta campaña se centra en cinco puntos clave: limitar la autoridad de los gobiernos para recopilar información de los usuarios, vigilancia y rendir cuentas, transparencia sobre las demandas gubernamentales, respetar la libre circulación de información y evitar conflictos entre los gobiernos.
Con esto sobre la mesa ahora Washington debe mover ficha para demostrar a Estados Unidos y al mundo su voluntad y liderar este cambio.
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