Podemos afirmar, atendiendo a diversos criterios, que el fenómeno de la globalización ha conllevado un claro debilitamiento del poder de los países frente a las grandes multinacionales de todos los sectores, aunque a veces conocemos la otra cara de este presunto debilitamiento, y es que la competitividad entre las distintas empresas de todo el mundo acaba por revertir esta situación, y vuelve a colocar a los estados en una posición de fortaleza a la que tienen que plegarse las grandes compañías si quieren acceder a mercados de su interés.
Todas estas situaciones, las estamos viendo en la actualidad con el protagonista absoluto de la economía mundial en los últimos años, por su tamaño y ritmo de crecimiento, que no es otro que China. La noticia hoy es que Apple, empresa más valiosa del mundo y que ha extendido sus redes a numerosos países a lo largo y ancho de todos los continentes, tiene que plegarse antes las exigencias de auditorías de seguridad de sus dispositivos móviles por parte del Gobierno chino.
El interés de Apple en el mercado chino es enorme, y muchos de sus últimos movimientos han ido precisamente orientados a adquirir una mayor cuota en el mercado del gigante asiático, lo que supone en números, sumar algunos millones de terminales en ventas, aunque sea a pesar, como estamos viendo, de plegarse a exigencias que de tratarse de otros países con mercado más reducidos y de menor importancia ni siquiera se plantearían.
Las críticas a la seguridad del iPhone por parte de China se hace en referencia básicamente a la localización y a la seguridad de iCloud. Estos dos aspectos de seguridad, están ya más que rebatidos por Apple, por lo que es posible aventurar que la posición y exigencias del Gobierno chino sólo se tratan de una forma de entorpecer que una empresa extranjera, y en concreto estadounidense, puede obtener una influencia notable en el mercado del país, frenando además, la expansión de la industria tecnológica nacional china.
China, con un sistema económico peculiar, en el que prima el capitalismo aunque con una fuerte intervención estatal en algunos casos, ya prohibió hace algunos meses que desde organismos de la propia Administración, se pudieran adquirir hasta diez productos de Apple distintos, en lo que parece, la utilización de Apple como objetivo al que atacar cuando hay cierta tensión con el Gobierno de Estados Unidos.
¿Debe Apple plegarse a las exigencia del Gobierno de China? Apple no debería hacerlo, aunque a día de hoy, por los intereses de la compañía de Cupertino en el gigante asiático, que van desde la fabricación hasta la venta del producto, le sería totalmente imposible no hacerlo. Por su parte, China toma frecuentemente ciertas medidas en contra de Apple y sus productos, además de poner trabas a su comercialización, aunque difícilmente esto desembocará en una prohibición de productos de Apple, ya que esto sería un mal precedente para un país en un desarrollo imparable y que se encuentra ávido de inversiones y deseoso de mostrarse al mundo como un país en el que se pueden hacer en libertad, al menos, una mayoría notable de negocios.
En conclusión y enlazando con lo ya dicho en el primer párrafo, la globalización, que de entrada parece desequilibrar la balanza de poder entre los estado y las multinacionales, a veces vuelve a establecer estos equilibrios, ya que las grandes compañías que operan en multitud de países, debido a la fuerte competencia, no pueden permitirse perder ningún mercado, y menos uno de importancia, por no plegarse ante las exigencias de gobiernos poco democráticos, fuertemente intervencionistas, o que no tienen muy en cuenta ciertos derechos como la intimidad de las personas.