Tan solo un día después de que se presentara el refresco del MacBook Air y MacBook Pro ya tenemos los primeros benchmarks de rendimiento. No esperábamos grandes saltos de rendimiento ya que es una simple puesta al día de la gama de procesadores de Intel, nada más. Éstos han sido sometidos al famoso Geekbench, y han sido comparados con el modelo de mediados de 2014.
El MacBook Pro de 13″ (early 2015) monta un procesador de 2,7 GHz que puntúa 3043 puntos en la prueba de mononúcleo y 6448 en la prueba de multinúcleo, un poco menos que el MacBook Pro del año pasado, que dio 3056 puntos en single-core y 6554 en multi-core.
El MacBook Air de 11 pulgadas con Intel Core i5 a 1,6 GHz entrega 2753 puntos en mononúcleo y 5486 en multinúcleo, ligeramente más que el modelo (mid 2014), que puntuó con 2430 y 5291 en mononúcleo y multinúcleo, respectivamente. El modelo de 13 pulgadas del Air también arroja resultados ligeramente menores.
Es extraño que los nuevos equipos arrojen números más bajos, más cuando cuentan con una nueva gama de procesadores de Intel. Sin embargo la explicación podría estar en la propia Apple, que haya capado estos procesadores. Recordemos que los nuevos equipos ofrecen mayor autonomía que antes, así que por ahí podrían ir los tiros.
Según Geekbench, estos equipos con menor puntuación deberían de mejorar en el futuro a través de nuevas actualizaciones de OS X Yosemite que aprovechen la potencia de forma más eficiente. Para ello nos tocará esperar a más adelante para determinar la potencia final más fielmente. Como digo, los resultados son los esperados dado que el principal foco de Intel ha sido mejorar la autonomía de la batería en esta última remesa de Broadwell.
Donde sí mejoran respecto a la última generación es en los gráficos —que ahora son los HD 6000—, y en el almacenamiento flash. En concreto, el MacBook Pro de 13 pulgadas es en teoría tiene unos gráficos un 40% más potentes que la generación anterior, gracias a la Intel Iris 6100.