Uno de los aspectos más llamativos del nuevo MacBook es su nuevo trackpad. Se llevaba hablando durante mucho tiempo de un salto en la tecnología que Apple utilizaba para sus trackpads y ese salto ha llegado hoy. Hay dos aspectos diferenciales en este nuevo trackpad: Force Touch y Taptic Engine. Vamos a ver cada uno de ellos en detalle.
Force Touch
Con Force Touch, de manera similar al Apple Watch, el trackpad del nuevo MacBook cambia radicalmente. Sus sensores detectan la intensidad con la que presionas, y junto al nuevo Taptic Engine del que hablaremos a continuación te transmite la sensación de clic en toda la superficie. Pasamos de un trackpad puramente mecánico a un trackpad que con Force Touch distingue las diferencias de presión que aplicas en cada toque y te permite realizar varias acciones en diferentes apps respondiendo con una pequeña vibración.
Y esto es solo el principio ya que poco a poco los desarrolladores irán adaptándose a este nuevo trackpad añadiendo nuevas formas de interacción en sus aplicaciones. OS X y las aplicaciones tienen ahora una nueva forma de comunicarse con nosotros.
Taptic Engine
Los trackpads convencionales usan un mecanismo de tipo trampolín que necesita espacio debajo para balancearse. Ese es el motivo por el que pulsar en la zona más cercana al teclado cuesta más. Con el Force Touch esto cambia por completo. Sus sensores detectan el clic en cualquier parte de la superficie y, de forma imperceptible, mueven el trackpad en horizontal aunque parece que es el movimiento descendente de siempre.
Además de eso el trackpad envía ahora una señal táctil cada vez que haces determinadas acciones, como alinear las anotaciones de un PDF. Apple no introduce pantallas táctiles en sus MacBook pero sin embargo acerca la experiencia al máximo. Otro camino.