Muchos de vosotros a buen seguro que estaréis de acuerdo conmigo. Apple es, al menos para mí, una de las empresas que suele fabricar sus productos para que consigan un amplia aceptación por parte de sus clientes. Pues bien, si hay algo que no llego a entender de Apple, es cómo una empresa que ha batido su récord de beneficios y que en el cuarto trimestre de 2014 ganó una cantidad que ronda los 16.000 millones de euros, puede entregar a sus clientes, en especial a los de iPhone, iPad, iPod o MacBook, unos cargadores o alimentadores que tienen una particular tendencia a deteriorarse en la parte del cable anexa a los conectores.
No creo que los usuarios de dispositivos Apple tengamos menos cuidado a la hora de usar los cables de los alimentadores Apple que los usuarios de cargadores de otras marcas, más bien, me inclino a pensar que, en este aspecto, no tienen las fábricas de dicha empresa el control necesario para garantizar que el producto final cumpla con la calidad que debiera o que apuestan por un diseño excelente pero poco práctico.
No obstante, mientras los cables de alimentación suministrados por Apple sean los actuales, solo nos queda a sus usuarios tomar unas precauciones a la hora de enrollar dichos cables para evitar su deterioro en la medida de lo posible. Desde la propia empresa reconocen que si doblamos siempre por el mismo lugar los cables o los sometemos a dobleces que generen tensión en ellos, la vida útil de los adaptadores puede verse mermada. Apple nos recomienda hacer inspecciones del cable cada cierto tiempo y nos invitan a tomar, entre otras, una serie de precauciones sobre su uso:
– Al enrollar o desenrollar el cable, debemos mantener sostenido el alimentador con la mano, para evitar que el peso de éste produzca tensión en las zonas más frágiles – Debemos garantizar la holgura del cable, doblándolo mediante suaves curvas, evitando ángulos muy bruscos – Al utilizar el alimentador en el lado opuesto de donde se encuentra la toma de carga de nuestro dispositivo, debemos estar muy atentos a no provocar una tensión que pueda debilitar el cable justo en el punto de giro
Pero lo que suele provocar mayor daño en los cables de nuestros dispositivos, es su forma de enrollar a la hora de guardarlos . Hay muchas teorías sobre la mejor manera de realizar esta labor o sobre el mantenimiento general de los cables de los alimentadores. En general:
– Se debe de conectar o desconectar el cargador cogiendo el conector que lo une al dispositivo y no tirar o empujar desde el cable – Al enrollar, lo mejor es dejar un espacio en las dos puntas del cable para evitar que quede doblado en exceso en las zonas de conexión – No tensar demasiado el cable mientras lo estamos enrollando.
Podemos encontrar algún vídeo en la red, donde usuarios nos muestran algunas formas de enrollar el cable de nuestro MacBook para evitar que se dañe.
Hay opiniones que aseguran que un pequeño muelle de alambre alrededor de la zona más delicada, puede ayudarnos a mantener el cable en buen estado pues evita que se doble demasiado.
No obstante, si no consigues evitar que se pelen los cables, desde Apple nos recomiendan sustituirlo lo antes posible para evitar daños mayores y no esperar a que el cable esté totalmente inservible.