DisplayMate ya ha podido someter al nuevo iPad mini 4 a un extenso análisis de su pantalla, como siempre hacen cada vez que alguna compañía importante lanza un nuevo dispositivo. Hasta ahora, el iPad mini —a pesar de tener pantalla Retina— tenía una calidad ligeramente inferior a la de sus hermanos mayores de gama, como el iPad Air, iPhone 6 o iPhone 6 Plus. Pues bien, esta diferencia ha desaparecido en la última versión del pequeño tablet de Cupertino.
La fidelidad de color ha mejorado y la gama cromática se sitúa en el 101%. Los iPad mini de generaciones anteriores se quedaban en el 62% de la capacidad de representación de la gama cromática. El nivel de reflejos también ha sido reducido hasta quedarse en un 2%, mientras que el iPad mini 3 tenia un porcentaje de reflejos del 6,5%, y el iPad mini original un 9%. Esto permite obtener un ratio de contraste de 225 en la calle, lo que mejorará muchísimo la calidad de la lectura si nos encontramos en el autobús o en un parque.
Y es que ese 2% de nivel de reflejos es mucho más de lo que imaginamos, ya que así los colores y el contraste pueden mantenerse con calidad casi en cualquier condición. En otras pantallas con mayor índice de reflejos, en cuanto les da el sol de pleno, las imágenes aparecen lavadas y pierden casi toda su fuerza, además de empeorar la visibilidad.
Para que nos hagamos una idea, el iPad mini 4 tiene entre 2,5 y 3,5 veces más contraste en la calle que el iPad mini 3 y la mayoría de tablets de la competencia, los cuales se sitúan en un rango del 5-6,5%. El iPad Air 2 ya consiguió un índice de reflectancia récord del 2,5%, pero el iPad mini 4 al tener una pantalla mucho más pequeña, y tener un índice también menor, consigue superar las pruebas con un 36% más de puntuación.
