Tras años de rumores y retrasos (el último pocos días antes de la pasada WWDC 2015, donde se pospuso su presentación) ya tenemos con nosotros el nuevo Apple TV de cuarta generación, un profundo cambio en este dispositivo que abandona la categoría de hobby para convertirse en producto de primera línea. Como desarrollador, he tenido la ocasión de probar, trabajar y testear el dispositivo desde el día 8 de octubre en que Apple me lo envío (como a otros muchos desarrolladores) y tras un mes de uso, me dispongo a dar mi reseña meditada y valorada.
¿Qué es un Apple TV?
¿Qué es un Apple TV? Es la pregunta que muchos se hacen, sobre todo para un dispositivo que en España no ha tenido un nivel muy alto de aceptación, por razones obvias, ya que su ecosistema de servicios está mucho mejor explotado en Estados Unidos donde es una de la opciones de set-top-box por excelencia en los últimos años. La respuesta puede ser simple: es la parte smart para un TV.
Lo que Apple TV hacía hasta ahora era acceder a una serie de servicios de vídeo y audio bajo demanda a través de canales, unas opciones que según el país donde estuviéramos eran más o menos. Estos canales tenían una experiencia unificada a nivel de interfaz y nos permitían acceder a aquellos servicios con los que Apple había llegado a un acuerdo previo para incorporar este al Apple TV. Por lo tanto, era un producto más que cerrado.
Aparte de esto, el Apple TV nos permite ver y reproducir nuestra biblioteca en red de iTunes, y hacer AirPlay (enviar imagen o sonido desde cualquier dispositivo iOS de manera inalámbrica). Pero ahí se acababa su ámbito de actuación y, por supuesto, olvídense de usarlo como reproductor multimedia convencional porque, por razones de pago de royalties por uso de codificadores de vídeo (o codecs), el Apple TV solo soporta nativamente aquellos formatos por los que Apple paga: Vídeo MP4 o MOV, audio (M4A) y el MP3.
Un concepto renovado
Pero todo esto que hemos dicho, el nuevo Apple TV sigue haciéndolo, con un cambio de filosofía muy importante: los canales que en su día tenía el Apple TV y que solo Apple podía incorporar según país, han pasado a ser apps. Bien pre-instaladas en el sistema (como Películas, Música o Ajustes) o bien instaladas desde la Apple App Store para tvOS (el nombre ahora que tiene el sistema operativo) donde tenemos un catálogo que crece día a día de aplicaciones y juegos preparados para sacar el mayor provecho de esa parte smart que ninguna marca de TV ha conseguido madurar.
Lo que consigue este nuevo Apple TV es re-inventar el uso de la TV a través de la apps, como ya hizo Apple en su día con el iPhone, cuando tras lanzar el primer modelo Jobs vio claramente que el siguiente paso eran las apps de terceros para dar vida a la plataforma. Pero esta evolución se está desarrollando en tiempo real, por lo que cosas tan básicas como una clasificación de contenidos en el App Store o la posibilidad de usar carpetas de estas, están en prueba en las actuales versiones beta y serán incorporadas más tarde al sistema.
A día de hoy son miles los juegos, apps y contenidos que podemos incorporar, algunos gratuitos y otros muchos, de pago, donde los juegos son unos de los elementos que han aprendido la lección y donde los modelos freemium no tienen igual cabida. Lógicamente, hay juegos gratis, pero será fácil que veamos juegos de 10€, en lo que es un inteligente paso por despertar la conciencia del usuario a que los juegos y apps no deberían ser siempre gratis y que hay mucha gente trabajando tras ellos y que estos, como cualquier producto que se venda en cualquier mercado, tienen que tener un precio y monetizarse de alguna forma para permitir vivir a quienes los crean.
Como un iPhone 6 sin pantalla
Cuando hablamos del nuevo Apple TV estamos hablando de una caja algo más alta que los anteriores (para tener espacio de disipación de calor) con una CPU A8 de Apple de 64 bits, la misma que visten los iPhone 6 y 6 Plus. Además, cuenta con 2GB de RAM, 32 o 64GB de almacenamiento flash, puerto de red 10/100, WiFi hasta 11ac y salida HDMI 1.4 con soporte de 3D y sonido HD de hasta 7.1 canales.
Y todo esto vestido con una versión especial de iOS llamada tvOS, que cuenta con una nueva interfaz donde construir aplicaciones basadas en contenidos en la nube de una manera realmente simple, y además compatible con todas las tecnologías que Apple ha sacado en los últimos años para videojuegos, como Metal, SpriteKit, SceneKit… además de compatibilidad con el siempre necesario y presente OpenGL ES (el estándar gráfico abierto que usan también el resto de plataformas móviles).
Por lo tanto, la idea que debemos tener es que estamos comprando un iPhone 6 Plus sin pantalla, que para verlo hay que conectarlo a una, y que tiene un mando bluetooth para ser manejado. Un mando con batería recargable por puerto lightning, superficie táctil pulsable, 5 botones (menú, play/pause, pantalla, voz y subir/bajar volumen), doble micrófono para captación de voz y con el mismo acelerómetro y giroscopio de un iPhone integrado. Un mando que nos permite de igual forma manejar la interfaz y las apps, como jugar a los juegos.
Un iPhone 6 Plus hipervitaminado, porque su frecuencia de reloj es mayor ya que no depende de una batería y está permanentemente enchufado y que además cuenta con 2GB de RAM en vez de uno.
Almacenamiento en cloud, el futuro
Unas de las características más interesantes del Apple TV es que limita las apps a 200MB de capacidad en su instalación inicial. De esta forma, ninguna app o juego puede ocupar más de eso, pero, insistimos, en su primera instalación. Arrancada la primera vez, la app puede hacer una carga inicial de contenido de hasta 2GB y terminada esta, dispone de otros 17’8GB de capacidad total para usar en caso que lo necesite. Pero todo el contenido está almacenado en la nube, en la nueva función de iOS 9 llamada Recursos Bajo Demanda, que son sets de recursos que son solicitados a petición de la app o juego cuando los necesita, se instalan y cuando ya no son usados en un tiempo determinado se borran solos del dispositivo.
Porque esa es una de las grandes novedades del nuevo Apple TV. No pensemos que vamos a poder comprar un Apple TV de 64GB para llenarlo de películas y verlas con VLC u otro reproductor. Porque el almacenamiento local expira y el sistema lo borra a voluntad, así que una película que no viéramos en un tiempo sería borrada. Todo el almacenamiento es en la nube e incluso las propias apps tienen que almacenar la persistencia en ellas, ya que Apple TV vive en la nube. Si tenemos un juego y este quiere guardar nuestra progresión, ha de hacerlo en la nube, si quiere guardar nuestros puntos, en la nube… todo tiene que estar en la nube y nada de lo que se almacene en el Apple TV se garantiza que esté cuando vayamos a buscarlo luego.
De esta forma, si tenemos un juego o app que ocupa mucho, pero los primeros niveles ya los hemos pasado y vamos avanzando, estos se borrarán del dispositivo, liberando ese espacio y hasta que no necesitemos volver a jugar a ellos, no volverán a descargarse en caso de ser necesario.
Tres tipos de apps
El Apple TV estrena, como hemos dicho, un interesante nuevo sistema operativo: tvOS 9.0. Un fork o versión de iOS, que incorpora una nueva forma de construir apps, inédita hasta ahora. Estas apps se construyen con interfaces en XML, usan javascript y están pensadas para proporcionar funcionalidad de servicios en la nube como tiendas, servicios web, redes sociales, reproductores multimedia (como Plex que usa este nuevo sistema) y proporciona una experiencia de usuario unificada con la interfaz del sistema. Es la invitación de Apple a que cualquier web de servicios tenga su propia versión Apple TV.
El otro tipo de app es una app nativa como las que tenemos actualmente, construidas con las mismas herramientas con las que se construyen las de iPhone, pero con la salvedad que hay que tener en cuenta lo que Apple llama la navegación en foco que permite saber al sistema cuando usamos el trackpad del mando, a dónde ha de navegar cuando damos a cualquier dirección en el mismo haciendo un gesto de arrastre o swipe. Estas apps pueden mezclar vídeo y proporcionar un entorno enriquecido muy interesante para servicios en tiempo real o como sistema de contenido enriquecido audiovisual.
Y por último, los juegos. Juegos que pueden usar cualquiera de los 10 frameworks que iOS 9 incorpora nativamente para estos, incluir el soporte de hasta 2 mandos de control completos con la norma MFi, y que en todos los casos, siempre han de usar el mando de control que acompaña al Apple TV. No obstante, Apple permite proporcionar funciones adicionales al jugador en caso de usar un mando completo. Pero el mando pequeño ha de poder servir para manejar todos los juegos, lo que en principio podríamos ver como una pequeña traba en el mismo.
Todos los middlewares de desarrollo como Unity, Unreal, Frostbite y demás soportan o soportarán el nuevo Apple TV y algunos juegos que hasta ahora estaban reservados a las consolas, como Disney Infinity, estarán disponibles para el dispositivo de Apple. La potencia del dispositivo es equiparable a la que una consola Xbox 360 o PS3 tenían, con el detalle que aquí todos los juegos se ejecutan en 1080p, entre 30 o 60 imágenes por segundo, dependiendo de lo que haga cada juego, aunque por defecto funciona a 60 imágenes por segundo.
Los pequeños detalles
El mando de control lleva un pequeño receptor de infrarrojos que puede ser programado para controlar cualquier TV, o si no, podemos usar el estándar HDMI-CEC que soporta, con el que cualquier TV vendido en los últimos 5-6 años podrá controlarse directamente con el Apple TV. En mi caso, con un TV Panasonic del año 2010, el Apple TV enciende solo el TV cuando se activa con el mando, sube y baja el volumen de este (no el del propio dispositivo que es fijo) y cuando se pone en reposo dejando pulsado el botón de pantalla más de 2 segundos, apaga el TV en el mismo proceso.
Siri, por voz, funciona francamente bien aunque en España no es capaz de encontrar nada que no sean los contenidos de películas de la iTunes Store. Por ahora, por desgracia, solo encuentra contenidos de otros servicios, como Netflix, y es capaz de manejarlos en Estados Unidos. Podremos buscar películas por género, por actores, por título o títulos… y si estamos viendo películas de iTunes podremos preguntar en mitad de la película quienes son sus protagonistas, avanzar a un punto determinado o decir “¿qué ha dicho?” e irá hacia atrás 15 segundos para que podamos volver a oír ese momento.
Aun no es capaz de buscar apps (aunque sí las arranca), ni tampoco música en Apple Music, pero son funciones que serán incorporadas más adelante. Ahora mismo Apple está trabajando en enseñar a Siri a entender el nombre de las películas y/o series así como de la gente que trabaja en ellas (actores, directores, etc) en cada uno de los idiomas. Por eso, en esta primera oleada, Siri solo funciona en ocho países de los más de 80 donde ha sido lanzado.
El primer paso del futuro de la TV
La conclusión es: ¿merece la pena? Absolutamente, sobre todo si tenemos un ordenador o servidor de almacenamiento NAS con todo nuestro contenido multimedia en la red. Tiene apps interesantes, grandes juegos de calidad a precio razonable, el mando se controla bien y por ese precio tenemos una mezcla de consola, smart TV y ecosistema de aplicaciones.
Pero lo que no podemos negar es que a nivel funcional, no dista mucho del modelo anterior, porque solo incorpora la App Store. Es cierto que internamente tiene infinitas novedades, pero lo que el usuario final no técnico va a captar es que esto es un Apple TV como los que ya había, con un mando e interfaz nueva y con apps. Y es en estas apps donde está el futuro de la TV, cuando los diferentes desarrolladores y servicios apuesten por este sistema y empiecen a usarlo.
¿Para qué? Podemos imaginar una app de la liga de fútbol, donde tenemos todos los partidos con diferentes ventanas, donde podemos navegar de una a otra, tener varias a la vez, ver datos del partido o eventos… Y que al meter un gol que no esté en primer plano, se nos muestre o hasta se nos grabe. O una carrera de Fórmula 1 o MotoGP con las telemetrías, datos estadísticos, posición de cada uno de los pilotos en el trazado y varias cámaras de la carrera que podríamos cambiar en tiempo real.
Podemos imaginar un servicio enriquecido a la carta, tipo Netflix, que mientras vemos una serie o película nos muestra información contextual de la misma (como hace ahora una app como AXN Sync con una tableta aparte). O podemos imaginar todo tipo de servicios en la nube dando información, como enciclopedias multimedia enriquecidas… el que el TV entre o no en nuestras vidas como una pantalla más irremplazable, dependerá como siempre, del ecosistema de apps. Si estas y la evolución del dispositivo están a la altura, merecerá ampliamente la pena.
Por ahora, este primer paso, resulta más que interesante y si estáis pensando si comprar o no, no lo dudéis. Este primer paso del futuro de la TV es muy interesante y cada día lo será más. Porque lo importante no es lo que podemos hacer ahora con él, si no lo que no somos capaces de imaginar que podremos hacer en el futuro.