Siguen afinándose los rumores del iPhone de 4 pulgadas que veremos a principios de 2016. Ahora llega Ming-Chi Kuo de KGI y dice que básicamente será una actualización del iPhone 5s, pero con algunos cambios internos. Exteriormente, poco se diferenciará del iPhone 6 o iPhone 6s, destacando su cristal y cuerpo curvos.
En su interior es donde habrán más cambios, donde se atreven a decir que veremos el Apple A9 del iPhone 6s —yo apostaría por el Apple A8 del iPod touch— y un chip NFC para soportar Apple Pay. La cámara sí que dicen que será idéntica a la que monta el iPhone 5s, que ya era muy buena, e incluía función de cámara lenta y una resolución de 8 megapíxeles. Este nuevo iPhone 6c contaría con carcasa de metal por supuesto, y estaría disponible en tres colores.
La verdad me parecen pocos colores para la gama C de iPhone, y más cuando se supone que se caracteriza por ser el modelo más colorido. Es más, el iPhone 6s está disponible en más colores, cuatro para ser exactos: space gray, plateado, dorado y rose gold.
Su precio de partida estaría entre los 400 dólares y 500 dólares, y representaría el 8-9% de las ventas de iPhone en 2016. Es menos del 10%, pero ya son unos cuantos millones de terminales. Y es que aún hay demanda por las cuatro pulgadas, sobretodo de gente que no acaba de adaptarse a las 4,7 o 5,5 pulgadas de los modelos más grandes, y que se conforman con un teléfono más sencillo y pequeño, sin dejar de ser un iPhone.
Sobretodo este iPhone más económico —si es que a un teléfono de 500 euros lo podemos llamar económico— ayudaría a Apple a extender su nivel de penetración en mercados emergentes y consumidores con bolsillos más ajustados. Además, el soporte de Apple Pay ayudaría aún más a reforzar este nuevo ecosistema de pagos de la compañía.
El hecho de lanzarlo a principios de 2016 sería con el efecto buscado de contrarrestar la caída de ventas de iPhone que suelen experimentarse en estas fechas, tras la campaña navideña donde todo el mundo baja su nivel consumista.
