Ambos términos son frecuentes en el mundo de la tecnología, y se refieren al “desbloqueo” de terminales iOS y Android o mejor dicho: proceso para escalar permisos y tener control completo sobre el software del dispositivo.
¿Qué es ser root?
Android es un sistema operativo para dispositivos móviles que se basa en Linux. Es de ahí de donde proviene dicho término. Como ya hemos mencionado, ser root es: una cuenta de usuario de Linux que tiene un control absoluto sobre el SO. Siendo root podemos desinstalar bloatware, modificar permisos de las aplicaciones, instalar otras versiones de Android… Nuestros compañeros de Rootear te cuentan para qué sirve rootear un Android.
¿Qué es jailbreak?
Proceso que sirve para eliminar las limitaciones que iOS presenta. Nos permite instalar software no aprobado por Apple, modificar apariencia del sistema, añadir funcionalidades… Nos permite a los usuarios personalizar el terminal a nuestro gusto.
Este mismo término lo utilizamos para otros dispositivos también que tienen el mismo tipo de limitaciones: Microsoft Surface RT. ¿Cómo hacer jailbreak en tu dispositivo?.
¿En qué se diferencian?
Root es un usuario que viene creado por defecto en los sistemas basados en UNIX y simplemente lo que hacemos con este proceso es decirle al SO que queremos escalar de permisos. El jailbreak necesita de un bug del sistema para poder existir. Sus objetivos son diferentes:
En iOS se realiza jailbreak para poder personalizar dispositivo (cambiando fuentes, aplicaciones por defecto, pantalla de bloqueo y homescreen…) o para instalar aplicaciones que no hayan pasado la revisión de los de Cupertino.
En Android por defecto ya nos permite instalar aplicaciones que no estén en Google Play, también nos permite modificar las fuentes, editar la pantalla bloqueada, cambiar el launcher… Normalmente quienes precisan de acceso root es con objetivo de modificar la ROM o desinstalar bloatware.
¿Merece la pena?
Antes de hacer una afirmación os informo sobre los riesgos a los que nos exponemos una vez realizamos cualquiera de los dos procesos mencionados anteriormente:
Reducción de la seguridad
Todo poder conlleva una gran responsabilidad, por lo que el sistema de nuestro dispositivo será más o menos vulnerable en función del software no firmado que instalemos.
– Android: Normalmente cuando una aplicación nos solicita permisos de superusuario somos nosotros mismos a través de aplicaciones como Superuser los que otorgamos durante un tiempo limitado dichos permisos.
– iOS: Perdemos la transparencia de instalación de aplicaciones, con lo que perdemos control sobre qué está ejecutándose realmente en segundo plano.
Pérdida de la garantía
En ambas plataformas pierdes la garantía (a excepción de algunas firmas de Android). Existe la posibilidad de restablecer el dispositivo y eliminar el rastro de este proceso. En 2010 Apple patentó un método para identificar qué dispositivos tienen jailbreak.
Inestabilidad
Depende de los procedimientos del usuario sobre el dispositivo, pero desde el minuto cero estás confiando en herramientas de dudosa reputación.
Según mi opinión jailbreak perdió sentido junto con la salida de iOS 8. Éste tenía incorporados casi todos los tweaks que yo tenía instalados en mi iPhone 4. Además con los años he llegado a la conclusión de que todo trabajo debe ser reconocido. He sido usuario de Android durante 2 años (Nexus 4 y LG G2), pero solamente he precisado de escalar permisos en el LG G2 para instalar Cyanogenmod, probar ROMS y aprender sobre cómo funciona Android “por dentro”.
Si merece o no la pena varía según los intereses de cada usuario. Uno de nuestros compañeros nos informa con más detalle de los motivos por los que no debemos hacer jailbreak. De hacer jailbreak o ser root no todo son inconvenientes, pero somos nosotros mismos quienes decidimos qué prevalece si la privacidad o la libertad. Considero importante informarse de los riesgos a los que te expones antes de, pero tened presente la siguiente afirmación: Necesitamos apps más caras si queremos apps más avanzadas.