Es impresionante todo el hype que hay detrás del iPhone 8, pues no solo será el teléfono móvil más caro de la historia, sino que también, y según los expertos, será el smartphone que más cerca esté de la perfección creado dentro del sector de la telefonía. En este nuevo terminal de la empresa de la manzana mordida podemos encontrar grandes e innovadores características, un claro ejemplo de esto sería la carga inalámbrica.
El 3D está dando problemas para el lanzamiento del iPhone 8
Parece ser que uno de los chips encargados de otra novedad bastante relevante dentro del iPhone 8, el 3D, está poniendo a Apple entre la espada y la pared. Este valioso nervio informático es imprescindible para la visualización del 3D es escaso en todo el mundo debido a la difícil obtención del material necesario para usarlo, y al ser así la producción de este es insuficiente en comparación a la demanda del mismo haciendo que este sea otro de los muchos motivos que retrasan la aparición del iPhone 8 en el mercado.
Este chip se llama 3D NAND, el cual ya empezó a usarse por parte de Apple en el iPhone 7. Además de todos los inconvenientes mencionados anteriormente, es muy frágil y delicado. Si a todo le sumamos que la experiencia en el desarrollo y comportamiento de este chip es muy poca, esto tendría de consecuencia algunos errores en la modificación o fabricación de éste y terminar en un fracaso, dejando a un lado el alto precio que esta tecnología tiene.
En el anterior modelo de terminales de Apple, el iPhone 7, el cual es el smartphone más vendido en lo que llevamos de 2017, el chip tenía un número de 48 capas, pero según las numerosas patentes filtradas sobre el iPhone 8, en éste último el chip tendrá 64 capas. Todo esto ocupando el mismo espacio que tenía dentro del iPhone 7, algo muy similar al nuevo procesador del iPad, el cual es de menor tamaño, pero con aún más potencia.
Ya sabemos que Apple es la compañía más valiosa y querida dentro del mercado de la electrónica y la informática, así que entendemos que tienen el dinero necesario para correr este riesgo y encima salir con grandes beneficios de él. El que no arriesga no gana y así arriesgaron los padres y fundadores de la empresa de Cupertino al vender su calculadora y una furgoneta Volkswagen clásica para empezar lo que hoy en día es un fenómeno de la electrónica sin saber si ni siquiera triunfarían o algo.