Todos sabemos que una empresa del calibre de la manzana mordida tiene una gama de productos con un catálogo superior al de cualquier otra firma en el sector de la electrónica a nivel mundial, por lo tanto es normal que los precios de estos productos también se eleven drásticamente, pero como ya hemos dicho en más de una ocasión, todo lo que podamos comprar bajo el sello Apple vale su correspondiente precio, en pocas palabras, si nos comprásemos un iPhone estaríamos de alguna manera invirtiendo el dinero pues estos terminales acostumbran a doblar y en algunas ocasiones incluso a triplicar la vida útil que los smartphone de otras compañías pueden llegar a ofrecer.
El punto débil de Apple
Una vez tenemos todo esto en cuenta ya empezamos a razonar y entender el elevado coste de los productos que tenemos a nuestra disposición por parte de la empresa dentro de la industria de la electrónica más valiosa del mundo, pues como ya os hemos contado en alguna que otra ocasión, Apple está a punto de batir el récord y llegar a ser la primera firma estadounidense en llegar a valer 1 billón de dólares, pero no mil millones como bien están acostumbrados a decir allí, sino un millón de millones tal y como decimos en España.
La perfección dentro de un apartado como es este es casi imposible por no decir imposible, aunque algunos analistas y personalidades importantes dentro del mundo de la electrónica dicen que el iPhone 8 será el terminal que más cerca esté de la perfección en sí, y más le vale pues este smartphone será el teléfono móvil más caro de la historia valiendo de esta manera más de 1.000 dólares como precio inicial. Si queremos buscar una debilidad en algunos productos concretos de Apple el primero que se nos viene a la mente son el bajo hardware que poseen los ordenadores de esta compañía, pero raramente podemos ver un contra tan grande como para echarnos atrás a la hora de comprar uno de ellos.
Uno de los verdaderos problemas que ha tenido Apple a lo largo de los años han sido sus accesorios o complementos de productos, más concretamente podemos referirnos a los cables de los cargadores del iPad o iPhone el cual está hecho con un PVC que es respetuoso hacia el medio ambiente, pero que a la misma vez está acortando la vida útil que este elemento imprescindible ofrece y el principal culpable de esto es ni más ni menos que Greenpeace, la gran ONG ambientalista.
