Aquí estamos una semana más para hablar de otro ejemplo de cómo Apple se tiene que comer sus palabras de vez en cuando, al hablar de algo situándose en una posición inamovible, y cambiando de opinión un poco después. La semana pasada hablamos de cómo se tuvo que comer la manzana de los ventiladores, y esta semana hablaremos de la manzana del Odio a IBM.
Steve Jobs, el carismático CEO de Apple, desde los mismos inicios de sus andaduras por el mundo de la informática, intentó demostrar que IBM era el enemigo. Incluso le comentó a un entrevistador:
Si por el motivo que sea cometemos una serie de errores e IBM vence en la carrera por la hegemonía informática, creo personalmente que vamos a entrar en una Edad Oscura de la informática durante los próximos veinte años. Cada vez que IBM se hace con el control de un sector del mercado, casi siempre se detiene cualquier innovación.
Como vemos, IBM no era del agrado de Steve Jobs, sentimiento que transmitió a la perfección a la empresa que capitaneaba. Por aquél entonces, los ordenadores de Apple montaban unos procesadores Motorola 68000 que no funcionaban mal, pero que no daban el rendimiento que Jobs quería y los tiempos necesitaban.
Entonces ocurrió lo impensable. Apple llegó a un acuerdo con IBM y Motorola para crear un procesador mejor, llamado Power PC, llegando incluso a crear la Alianza AIM para demostrar al mundo que esos procesadores eran los mejores del mercado. Para consolidar esa alianza, IBM y Apple crearon dos compañías paralelas: Taligent, que utilizaba a ingenieros de Apple para crear un sistema operativo que fuese compatible con el nuevo Hardware, y Kaleida, que debía crear un leguaje de programación multiplataforma que facilitase a los programadores crear aplicaciones para este nuevo sistema. Hay que decir que los Power PC no eran procesadores exclusivos de Apple, ya que se montaban en otros ordenadores, como el AmigaOne o el IntelliStation POWER 185 de IBM.
Como vemos, el “odio” de Steve Jobs hacia IBM, insuflado en Apple, no evitó que terminase trabajando con el enemigo, para crear una serie de máquinas potentes y duraderas que, según muchos, ha sido de las más robustas de la historia de la empresa de la manzana.
Sin embargo, esta “manzana” le costó tragársela a Jobs, pues hasta treinta años después de aquella competencia inicial, seguía viéndola cono una cruzada santa
IBM era, básicamente, la peor versión posible de Microsoft. No eran una fuerza de innovación; eran una fuerza del mal. Eran como lo que son ahora AT&T, Microsoft o Google.
Una vez más, Apple volvió a comerse sus palabras. IBM es el mal encarnado en empresa hasta que son útiles para crear procesadores para nosotros. Y no fue algo temporal y poco duradero, pues los de Cupertino estuvieron montando procesadores Power PC desde 1994 hasta el 2006, año en que decidió pasarse a Intel, aunque de eso hablaremos la próxima semana.
Que los llame como quiera, el punto es que Jobs era reacio a sus creencias que disimuló que no trabajaba con ellos en el proceso.
[…] IBM no deja de sorprendernos, máxime cuando sabemos ahora la alianza, que ya dura cinco años, entre IBM y Apple para fabricar procesadores conjuntamente. […]