Apple Vintage | Macintosh IIfx

Pongámonos en situación: año 1990. El Muro de Berlín recientemente derribado, la Guerra del Golfo, los teléfonos móviles como algo inalcanzable que solamente podíamos ver en manos de los protagonistas más cool de la edulcorada serie Sensación de Vivir. ¿Y qué me decís de las Mama Chicho?, que por entonces hacían furor en el televisivo Tutti Frutti, o Cruz y Raya, que empezaban a hacerse famosetes. Pero… ¿y los ordenadores?

Durante aquellos años, un ordenador todavía era un ser extraño y enigmático para las grandes masas, y las prestaciones que ofrecían tampoco es que fueran ninguna cosa del otro mundo. Aunque allí estaba Apple y su bandera pirata. Dispuestos a revolucionar el mercado, se sacan de la manga una máquina escandalosamente potente, que no es otra que el Macintosh IIfx, de lo más rápido que se podía encontrar en aquellas fechas.

Características Técnicas

Imaginad que ahora mismo Apple sacara un ordenador con un procesador cinco veces más potente que el más alto de sus modelos, memoria RAM de 160 GB, unidad flash de 3 TB y una respuesta gráfica 10 veces superior al Retina. Pues eso era el IIfx en 1990, tanto en prestaciones como en precios.

El sistema corría a 40 MHz, con 32 KB de caché nivel 2, seis ranuras NuBus y propietarios ASICs, que junto trabajaban codo a codo con co-procesadores diseñados para que el ordenador literalmente volase. Se complementaba con una CPU Motorola 68030, una FPU Motorola 68882 y multitud de ranuras para la memoria RAM, que podía ser expandida hasta los 128 MB. Hay que tener en cuenta que en 1998, los ordenadores de torre incluían 64/128 MB de RAM, así que os podéis hacer a la idea de lo que era el Macintosh IIfx a principios de los 90.

Asímismo, el IIfx también incluía dos procesadores dedicados, uno para el sonido y otro para serial communications. La interfaz de los discos duros era SCSI, permaneciendo así hasta la jubilación de este excelente ordenador en 1992, siendo sustituido por el Quadra 630, que supuso el salto a IDE. Con respecto a los precios, precisamente baratos no eran, ya que según el modelo el precio oscilaba entre los 9.000 y los 12.000 dólares de la época, que solamente unos cuantos privilegiados o las empresas de diseño más exigentes se podían permitir.

En cuanto al diseño, en este caso no supuso una gran baza para Apple, ya que no tenía el atractivo ni el carisma de, por ejemplo, el Apple IIe. Sin embargo, todo lo suplía con prestaciones y posibilidad de ampliación (aún más, si cabe).

Como marca la tradición, os dejamos con una galería de fotos completísima cortesía de nuestros grandes amigos de Shrine of Apple, así que disfrutadla tal y como se merece.