Ya estamos de vuelta, una semana más, en Apple Vintage, la sección retro de Applesencia en la que recuperaremos los productos que han ido marcando la evolución de Apple hasta convertirse en la compañía que todos conocemos hoy en día. En esta ocasión, y sin que sirva de precedente, dejaremos de ahondar en la dilatada historia de la multinacional de Cupertino para admirar una auténtica genialidad: un Macintosh Classic funcional, creado a escala 1:3.
Es más pequeño que un muñeco de Steve Jobs. Cabe en la palma de tu mano. Funciona con System 6 y provoca gritos de admiración entre los aficionados a los dispositivos vintage de Apple. Se trata del Mac más pequeño del mundo.
Lejos de tratarse de una verdadera rareza Designed by Apple in California, el diminuto equipo bautizado como “Mini Mac” ha sido fabricado utilizando una Raspberry Pi, PVC, un monitor LCD de 3,5 pulgadas, un emulador de Mac que corre en Linux y, sobre todo, grandes dosis de ingenio.
La finalidad del proyecto no solo carecía de sentido práctico alguno, sino que atendía únicamente a la inquietud de su diseñador, motivado por el desafío que suponía la construcción de un dispositivo único que derrochase personalidad, pero por otra parte, es probable que el aburrimiento también haya jugado un papel importante.
El proceso de montaje alcanzó un total de 12 horas, aunque tal y como afirmó el propio John Leake, la utilización de una impresora 3D habría reducido ostensiblemente dicho plazo, en especial en lo que concierne al modelaje de los elementos más pequeños hechos a mano.
Echemos ahora un vistazo a su interior, donde la Raspberry Pi cobra un especial protagonismo, convirtiéndose en el motor del “Mini Mac”. En sus entrañas podemos encontrar un hub USB de 4 puertos –dos de los cuales son accesibles–, una antena Wi-Fi, una antena Bluetooth, un puerto Ethernet, y una salida HDMI. No obstante, para conseguir que todo el hardware cupiese en el contenido chasis del equipo, fueran necesarias diversas modificaciones:
En la Pi, tuve que cortar la tarjeta SD prácticamente casi a ras de la propia placa base. También tuve que cortar parte del cable USB para conseguir doblarlo hasta la parte inferior de la carcasa. Por último, tuve que soldar los cables directamente a la placa para evitar los conectores de alimentación.
En lo que a software respecta, la Raspberry Pi funciona con Raspbian, una versión modificada de la distribución de Linux Debian. Además, gracias a Mini vMac Emulator es posible que mueva la versión 6.0.8. de System Software.
No ha salido tan mal como esperaba. Para poder ejecutar el Mini vMac a pantalla completa tuve que modificar el archivo de configuración de arranque para conseguir una salida de 512×384, que luego sería forzada a una pantalla cuya resolución era de 320×200.
A pesar de que el vídeo, en el que se aprecia el “Mini Mac” en todo su esplendor, consigue disipar muchas dudas sobre su diseño y funcionamiento –cabe destacar la ausencia de sonido, aparentemente, por conflictos entre el emulador y la salida de audio–, hay una cosa clara: no, no está en venta, ni se planean fabricar más unidades.
Antes de despedirnos, os dejamos con una galería de fotos por cortesía de John Leake, responsable del proyecto y uno de los conductores del genial podcast RetroMacCast, en el que cada semana suelen desempolvarse los dispositivos más representativos de la época dorada de la compañía afincada en California.
Hasta aquí hemos llegado por hoy. Dentro de 7 días continuaremos con nuestro particular repaso por la fructífera historia de Apple. ¡No os lo perdáis! Si ansiáis que desempolvemos algún producto en particular o si tenéis en casa alguno que os gustaría que incluyésemos en futuras entregas, os invitamos a que lo compartáis con nosotros.
