iOS 7.1 ha venido con varias mejoras bajo el brazo. Entre la introducción de CarPlay y otras mejoras o los cambios estéticos también hay cambios en el funcionamiento de iBeacons. Lo más destacable es que nuestro iPhone seguirá “buscando” beacons aunque la aplicación con la que se interacciona esté cerrada.
Antes de iOS 7.1 la aplicación que se vinculaba con los beacons tenía que estar abierta. A partir de ahora se podrán recibir notificaciones sin tener la aplicación abierta. Incluso si hemos reiniciado el dispositivo.
Después de abrir una aplicación iBeacon forzamos que se cierre: no solo dejándola en segundo plano sino cerrándola por completo. El teléfono aún detectaba beacons y envía un mensaje en la pantalla de bloqueo, algo que en el pasado estaba reservado para aplicaciones que se ejecutaban en segundo plano.
La funcionalidad incluso funciona si reinicias el dispositivo: después de apagar tu teléfono y volverlo a encender, continuará esperando beacons incluso si no vuelves a abrir la aplicación.
Eso significa que en cuanto descargues una aplicación que se aproveche de iBeacons tan solo hace falta abrirla una sola vez para que empiece a escuchar y a esperar encontrar beacons. El gasto de batería será mínimo ya que se sirve de Bluetooth Low Energy para detectar las balizas.
Esto en principio podía ser una medida anti spam. Imagínate que entras en una tienda y te empiezan a bombardear a mensajes y notificaciones. Antes bastaba con forzar el cierre de la aplicación, ahora o tendremos que desactivar la localización, el Bluetooth o desinstalar directamente la aplicación responsable. Pero al menos ahora los desarrolladores ya no tendrán que hacer inventos para que el usuario tenga la aplicación en segundo plano para que todo funcione bien.
Ahora solo esperamos que los desarrolladores y las tiendas, restaurantes, museos… empiecen a usar esta tecnología en vez de usar otras tecnologías como NFC o RFID, pero de forma masiva. No hay razón para dudar de su funcionalidad: con iOS 7.1 incluso se ha mejorado el grado de reacción, pasando de varios a segundos a ser casi instantáneo.
