Una de las grandes características comunes que traerán OS X Yosemite y iOS 8 será la llamada Continuity. Si recuerdas bien, esta integración nos permitirá llevar funciones de un sistema operativo a otro, y terminar tareas en uno que habíamos empezado en otro, consiguiendo así un integración perfecta sin que cada sistema pierda su propia identidad y enfoque al dispositivo al que está destinado.
Pues bien, con algo tan importante como una integración absoluta entre estos dos nuevos sistemas operativos, tendría sentido que Apple los lanzara a los usuarios de manera simultánea, en beneficio mutuo de ambos. Pero no, según cuentan los rumores, iOS 8 llegará en septiembre junto al iPhone 6 y OS X Yosemite se lanzará un mes después, en octubre; algo parecido a lo que ya pudimos ver el año pasado.
En 2013, iOS 7 y OS X Mavericks se lanzaron con un mes de diferencia, también porque Apple tenía el problema de que iOS contaba con un rediseño brutal y habría demasiadas peticiones de asistencia técnica de los usuarios, así que optaron por separar el lanzamiento de ambos sistemas para no saturar las cosas. Pues bien, este año parece ser que las cosas ocurrirán justo al revés.
Las betas de ambos sistemas operativos van saliendo simultáneamente, pero llegará un momento en el que las fechas empiecen a separarse, prolongándose el tiempo entre betas de OS X Yosemite, y manteniéndose el de iOS 8, para que este último esté a punto a tiempo.
