Hace un par de meses saltó a la luz ciertas puertas traseras encontradas en iOS 8 que en teoría –y solo en teoría– Apple las utilizaba para enviar información de los usuarios a las organizaciones gubernamentales como la NSA. Esto es algo que va totalmente en contra de la filosofía de Apple, por lo que enseguida se hicieron declaraciones oficiales donde se demostraban que no eran ninguna puerta trasera, sino simples sistemas de depuración.
Para tranquilidad de todos, desde la versión GM de iOS 8 lanzada ayer mismo, parece ser que estas puertas traseras –sistema mediante el que se envían datos del dispositivo a servicios externos sin autentificación– han desaparecido, por lo menos gran parte de ellas según cuenta Jonathan Zdziarski’s Domain. Las mejoras no se quedan ahí, y es que en iOs 8 ya no se puede acceder de forma inalámbrica a los contenedores de las aplicaciones, esto significa que cualquier posible intrusión tendría que ser por cable, por lo que nos libramos de un gran porcentaje de ataques.
Pero como hemos dicho, en iOS 8 no todas las puertas traseras están cerradas, por lo que se sigue pudiendo acceder a los datos privados del teléfono o el iPad, para ello se hace uso del cable USB conectado al ordenador y iTunes. Por lo que se recomienda siempre utilizar contraseñas seguras, y lo más coherente, no almacenar datos comprometedores en el dispositivo.
Si bien es cierto que iOS es uno de los sistemas operativos más seguros del mercado, sigue siendo vulnerable, así que nos toca ser prudentes y pensar bien que datos vamos a almacenar en el teléfono, por otra parte, una dosis de calma también viene bien, y es que no somos un jefe de Estado como para que alguien esté interesado en nuestros datos.