En Ars Technica se han vuelto locos. Es la única explicación posible a la comparativa que han tenido los santos bemoles de hacer. Han cogido una de las mejores cámaras DSLR del mercado, la Canon EOS 5D Mark III y la han comparado con la cámara de un iPhone 6 plus.
Lo más curioso del asunto es que en las pruebas que han realizado, la cámara del iPhone 6 plus no sale para nada mal parada. Pero que no se ponga nervioso nadie, eso no significa que la cámara del iPhone 6 plus sea igual de buena que la DSLR de Canon. Significa básicamente que las pruebas que han realizado para llevar a cabo la comparativa son reguleras , tirando a tendenciosas.
¿Queréis comprobarlo? Podéis opinar vosotros mismos y ver la comparativa con vuestros propios ojos.
La conclusión a la que llegan en ars technica es bastante sencilla, reconociendo incluso que las pruebas a las que han sometido ambas cámaras no son nada profesionales, y es que en manos de un fotógrafo no profesional, fuera de un estudio y en situaciones de luz no controladas, las fotos tomadas con la cámara del smartphone de Apple puede tener la misma calidad que las de la Canon EOS 5D Mark III.
Resumiendo, que en el terreno de las fotos “casuales”, la cámara del iPhone 6 plus tiene la suficiente calidad como para capturar excelentes imágenes. Pero lo realmente interesante de todo el artículo es la reflexión que lleva implícita…
¿Con qué maquina de escribir escribes tus novelas?
Para ilustrar esta reflexión, y el sentido de hacer una comparativa como esta, explican en el artículo de ars technica una historia que transmite perfectamente el sentido de la misma.
Explican el encuentro entre el mítico Ernst Hemingway y el fotógrafo Ansel Adams, en el que el novelista, después de alabar durante un buen rato la excelencia de las fotografías de Adams, no pudo evitar hacerle una pregunta: “¿Qué tipo de máquina utiliza para hacer unas fotografías tan hermosas?”.
Nadie se fijó en si Adams sonrió. O si simplemente miró perplejo a Hemingway. Lo que sí se sabe es que respondió con una pregunta: “Usted escribe hermosas novelas ¿Qué tipo de maquina de escribir usa?”.
Puede que esta historia nunca llegara a suceder, que sea simplemente un mito. Pero me parece que explica a la perfección que muchas veces solemos sobrevalorar la importancia de la máquina. Considerándola incluso más importante que nuestra propia creatividad.
La democratización de la creación
Una de las cosas buenas de esta época tan social y tecnológicamente convulsa que nos ha tocado vivir, de entre las muchas cosas buenas y malas que tiene, es que gracias a las herramientas digitales la creación y el acceso al arte y la cultura se ha democratizado. Cualquiera puede hacer cosas que hasta no mucho solo podían crear un pequeño grupo de privilegiados. Desde música, hasta películas y, por supuesto, fotografía.
Por eso, si algo viene a demostrar la comparativa entre un smartphone de menos de 1000 euros y un equipo fotográfico que supera los 7000, es que la mejora y la evolución más importante a la fotografía que los smartphones han aportado no es tanto la parte tecnológica, sino el talento que ha permitido desarrollar a varios cientos de millones de fotógrafos amateurs. Millones de personas que han descubierto y desarrollado su capacidad para ver cosas, que solo ellos pueden ver, y componer hermosas imágenes.
Hoy cualquiera puede llegar a ser un gran fotógrafo y no solo tener una gran máquina de hacer fotografías. Al fin y al cabo, como recuerdan en Ars Technica:
Los fotógrafos amateurs se preocupan del equipo. Los profesionales del dinero. Y los maestros, de la luz.
Creo que, estrictamente, para alguien que sabe de fotografía, va a exprimir mucho mas una cámara reflex profesional que un smartphone. Y van a existir muchos aditamentos adicionales (diferentes lentes, flashes, etc.) que en el iPhone o cualquier otro smartphone.
Pero lo que si creo es que, para un usuario normal, hijo de vecino, podría ser igual, o quizás me atrevo que quizás un poco mejor para tomar fotos casuales. Esta cambiando los teléfonos cómo capturamos las fotos, y los momentos. Antes necesitabamos pensar en llevar una cámara, ahora la tenemos a la mano cuando queramos.
Las fotos que tomamos van a ser casi iguales a que si tuvieramos una mas ‘pro’, a excepción del zoom óptico, pero mientras las tomemos normal, casi podemos documentar cualquier cosa con la cámara que tiene nuestro teléfono.
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