En los últimos años, con el boom de los dispositivos móviles y el despegue gigantesco del sector de la electrónica de consumo en una expansión que parece no tener techo, algo que se ha visto reflejado por ejemplo en bolsa, con Apple batiendo récords de valoración bursátil y con empresas somo Samsung, Intel, Qualcomm o Google en los ranking de las más valoradas, hemos asistido también a encarnizadas batallas judiciales entre unas y otras con el trasfondo de conseguir o mantener el liderazgo en el mercado.
Estas batallas judiciales, con Apple y Samsung como protagonistas mediáticos principales, han tenido resultados favorables y perjudiciales tanto para una como para la otra parte, por lo que parece que en los últimos tiempos las aguas se encuentran calmadas y ambas compañías se encuentran centradas en lo más importante, el desarrollo de sus productos, la innovación y el reto de mantenerse, algo no demasiado fácil debido a la multitud de competidores que surgen en este mercado.
Por todo lo anterior, y aunque haya calma en el apartado judicial, nos siguen llamando a día de hoy la atención noticias como la que recientemente recogíamos en Applesencia, que hacía referencia a que Samsung se encargaría de la fabricación del 80% de los próximos procesadores de Apple, algo cuanto menos curioso y que nos haría preguntarnos el sinsentido de muchas de las batallas de los últimos años.
El caso es que existen otros rumores provenientes de Corea del Sur, en concreto del BussinesKorea, en el que se habla de que Apple y Samsung podrían llegar a un acuerdo para que además de la fabricación del 80% de los futuros chips de Apple, Samsung se encargara también de aportar las unidades de almacenamiento y baterías para los nuevos iPhone 6, así como algunos componentes del Apple Watch.
Esto colocaría a Apple en una situación casi de dependencia absoluta de Samsung para la fabricación de sus dispositivos, algo que visto la competencia y la rivalidad existente entre las dos compañías podría ser un paso estratégico muy arriesgado de cara al futuro de la compañía de Cupertino.
¿Cuáles son las razones para estos recientes acuerdos de colaboración? En primer lugar parece que las divisiones de fabricación de estos componentes de Samsung y la división encargada de la comercialización de sus propios dispositivos se encuentran debidamente separadas y casi independizadas la una de la otra, así que aunque pueda parecer otra cosa, este tipo de encargos es habitual en el sector y no debería llamar la atención.
En segundo lugar, Apple y Samsung parecen estar cambiando de estrategia, y han pasado de la dura lucha por el liderazgo a la colaboración para mantener en la medida de lo posible el status quo actual, que beneficia a las dos compañías, y que se está viendo ciertamente amenazado por las nuevas empresas, sobre todo chinas, con Xiaomi a la cabeza. Estos acuerdos haría que Apple obtuviera beneficios en lo económico y a nivel cualitativo en la fabricación de los componentes de sus dispositivos y al mismo tiempo haría que Samsung obtuviera una fuente de beneficios que sus competidoras asiáticas, como la mencionada Xiaomi o Lenovo por ejemplo, no tienen ni tendrán en el medio plazo.
En conclusión, parece que en el momento actual del mercado, a las dos grandes compañías del sector de la electrónica de consumo, Apple y Samsung, les interesa más la colaboración que el conflicto, por lo que en los próximos años parece que el marco de relaciones entre ambas se basará en la cooperación y en el interés económico de ambas por encima de otras cosas. Sin duda, algo positivo para ambas y negativo para sus competidores y para los grandes despachos de abogados que hasta ahora habían llevado los interminables embrollos judiciales entre ambas.
