Como ya os contamos y seguramente ya hayáis experimentado, ayer Apple puso a disposición del público la actualización del sistema operativo del Mac, OS X Yosemite 10.10.1. Uno de los problemas que esta nueva versión debería haber corregido es el de la conexión Wi-Fi, que ha dado quebraderos de cabeza a más de uno y más de dos usuarios. Por desgracia, parece ser que no ha sucedido así, o no para todo el mundo.
Como nos cuentan en MacRumors, aún hay cierta cantidad de usuarios protestando en los foros de Apple: la actualización 10.10.1 no ha solucionado sus problemas con el Wi-Fi. Los hay que son incapaces de conectarse a su red inalámbrica, y otros aseguran que tras la actualización su conexión se ha ralentizado de forma significativa. Se encuentran hasta 1.120 quejas en los foros de soporte de Apple, que incluyen muy diversos modelos tanto de Mac como de routers.
Parece ser que algunos usuarios han conseguido solucionar estos problemas realizando una instalación limpia de OS X Yosemite, activando sus routers en el modo “Punto de acceso” o con otras ideas más o menos ingeniosas, pero aparentemente no hay ninguna solución global que pueda servirles de ayuda a todos los afectados.
Apple aún no se ha pronunciado de forma oficial, pero algunos de los encargados del soporte técnico han recomendado a los usuarios eliminar el exceso de redes preferidas en Preferencias del sistema > Red y después restablecer el Controlador de Gestión del Sistema.
Parece muy probable que en futuras actualizaciones Apple se ocupe de este problema de una vez por todas, pero por desgracia para los usuarios afectados, no hay fechas ni calendario alguno. Nos tememos que por ahora sólo queda esperar.