Scanadu o cómo tu médico cambiará el estetoscopio por un iPhone muy pronto

A día de hoy podemos analizar como desde un tiempo a esta parte los dispositivos móviles tales como el iPhone y el iPad han ido ocupando el lugar de otros muchos objetos que en otros tiempos se hacían imprescindibles. Tales objetos que han pasado de ser imprescindibles a no tener lugar en nuestras vidas pueden ser tan distintos entre sí como una agenda, una linterna, un mapa de carreteras o una cámara de fotos.

Como el avance de la tecnología es imparable, podemos afirmar que los dispositivos móviles y por tanto, las aplicaciones, acabarán por llegar a distintos sectores en los que aún no existe suficiente presencia de los mismos en comparación con otros, como precisamente, ya está ocurriendo en el caso que hoy nos ocupa, que no es otro que el del sector sanitario y médico.

La empresa Scanadu, presente en el CES 2015, es una de las que planea ser punta de lanza en la incorporación de los dispositivos móviles a las consultas médicas, y ya dispone de varios productos relacionados con la salud que se conectan a nuestros iPhone.

El primero es el Scanadu Scout, que podemos en la imagen de arriba y que se trata de un pequeño aparato que al ponerlo en contacto con nuestra frente, nos proporciona una serie de parámetros fisiológicos que incluyen entre otros temperatura, la oxigenación arterial, ritmo cardíaco, electrocardiograma, frecuencia respiratoria o presión diastólica y sistólica. Una vez que toma estos datos, se envían a nuestro iPhone y nos alerta en caso de que algún valor de entre los datos tomados, significa un riesgo para nuestra salud.

El segundo y quizás más interesante, es el Scanaflo, un dispositivo orientado a los análisis de orina en casa y que funciona junto a unas tiras de colores y a la cámara de nuestro iPhone. En cuestión de segundos, podemos conocer la composición química de la orina y determinar por ejemplo, si ha existido un consumo de drogas, los niveles de creatinina de nuestro cuerpo, los niveles de glucosa y leucocitos, la cetona o el pH. Los datos se enviarán a nuestro iPhone e igualmente podremos estar al tanto sobre posibles riesgos para nuestra salud.

Aunque estos productos aún no han llegado a las manos de los consumidores, podemos aventurar que muy pronto lo harán dada su utilidad, al igual que muy pronto llegarán a las consultas de los médicos, dado que podría facilitar y agilizar su trabajo además de ayudar a realizar mejores diagnósticos y seguimientos de los pacientes.