Incluso si no seguisteis la presentación de Apple, tendríais que estar muy desconectados del mundillo de la tecnología para no saber que el USB tipo C se ha convertido en uno de los grandes temas de conversación de estos días. Tras mucho tiempo insistiendo en utilizar su propias soluciones, sus propios conectores, los de Cupertino han decidido ahora confiar en un estándar: el USB tipo C.
El USB-C en los dispositivos de Apple abre muchas posibilidades nuevas: tal y como nos cuentan en 9to5Mac, la mayor parte de los accesorios con un USB-C podrán conectarse al MacBook. Apple no hará nada para impedir el uso de accesorios de terceros o para bloquear su funcionamiento. Será posible, por ejemplo, cargar el MacBook mediante una batería externa de otro fabricante, o incluso conectándolo a otro ordenador.
Todo ello era ciencia ficción hasta hace sólo unos días. La solución de carga de Apple, el MagSafe, lo impedía. Los de Cupertino no permitían a otras compañías fabricar accesorios con MagSafe,y rápidamente enviaban a sus abogados para hacer cambiar de opinión a las que se atrevían a intentarlo.
Algunas empresas plantearon versiones modificadas del MagSafe para cargar el MacBook, pero son soluciones complejas que normalmente resultan caras y no ofrecen tantas garantías como el original.
Con el USB-C, el mercado de baterías para el MacBook debería empezar a parecerse al que existe para los dispositivos iOS. Cualquier solución de carga low-cost no necesitaría más que el cable de carga estándar USB-C del MacBook, o un cable USB-A a USB-C, muy asequible.
Según las fuentes que manejan en 9to5Mac, servirá cualquier batería que encaje con las especificaciones de transmisión de energía del USB y tenga bastante capacidad como para cargar un portátil.
Y no sólo es cosa de baterías. También los accesorios de vídeo de terceros funcionarán con el único puerto del nuevo MacBook, lo que significa que no habrá problemas con las pantallas fabricadas por terceros y los adaptadores de otras compañías.
Apple ya presentó sus propios adaptadores, por cierto, pero no vienen con el MacBook; además tienen un precio bastante poco arreglado… que seguramente hará que muchos usuarios agradezcan cualquier otra posible solución más económica que presenten otras empresas.
Los interesados no tendrán que esperar: compañías como Belkin, Lacie y Google ya venden todo tipo de adaptadores pensados para aprovechar el USB-C. No cabe duda de que pronto se les unirán muchas otras.
Es probable que pronto haya que olvidarse de las virtudes del MagSafe, pero, como decíamos al principio, el USB-C ofrece muchas posibilidades. Parece llamado a convertirse en el nuevo estándar, y probablemente los usuarios (y sus bolsillos) agradecerán que Apple no haya decidido mantenerse al margen en esta ocasión.
