Después de unos meses en el que el tema de los rumores sobre los nuevos iPhone ha estado bastante parado, en gran medida gracias al Apple Watch, llevamos unas semanas en las que poco a poco se va desgranando las numerosas novedades con las que Apple dotará al nuevo modelo de la compañía allá por septiembre. ¿Pensabas que el iPhone ya no podía ser más delgado? Pues parece que sí.
Apple sigue erre que erre buscando la delgadez y la ligereza en sus dispositivos. Y en esta búsqueda ha encontrado un nuevo aliado en unos nuevos chips de retroiluminación LED que podrían, al menos en teoría, hacer que el próximo iPhone 6s fuese más fino y también más ligero. Los nuevos chips, según DigiTimes, miden tres milímetros de ancho, 0,85 mm de alto y 0,4 mm de profundidad frente a los 3,0 mm x 0,85 mm x 0,6 mm chips utilizados en el iPhone actual generación 6 y los dispositivos iPhone 6 Plus.
Esta puede parecer una pequeña ganancia pero sumada a otras conseguiría ir limando aún más un grosor que en cada generación de iPhone va a menos. Esta reducción del grosor no tendría que implicar una mayor tendencia a doblarse, dichoso bendgate, sobre todo si tenemos en cuenta los rumores que hablan de la posibilidad de que Apple utilice en los nuevos iPhone el mismo aluminio utilizado en el Apple Watch Sport, notablemente más resistente que el usado en el iPhone 6 y 6 Plus.
Personalmente me parece que, al igual que con otras muchas especificaciones, Apple está entrando en una guerra absurda por conseguir dispositivos cada vez más delgados. Bien podría aprovechar esas décimas de milímetro para aumentar la capacidad de las baterías y de este modo ofrecer una autonomía aún mayor, guerra de la que sí saldríamos beneficiados los usuarios.