Apenas ha pasado un mes desde la presentación del Apple Watch Series 2 y este se ha posicionado entre los wearables más deseados por méritos propios, como su exactitud en el monitoreo cardíaco, que le convierte en la mejor opción para los amantes del deporte que no solo quieran un cuantificador. Hoy os traemos un repaso más de cerca al nuevo smartwatch de los de Cupertino tras su uso día a día.
La batería aumenta, pero sin grandes alardes
Lo primero que esperaba tras la salida del nuevo Apple Watch es que mejorara la duración de la batería. No es que podamos quejarnos, pero se esperaba mucho más en este terreno. Como usuario medio –aunque haya días que ha tenido que trabajar extra– he podido exprimirle hasta el día y medio de uso, aunque para ser realistas, hay que cargarlo prácticamente a diario si no quieres quedarte en mitad del día sin batería.
Con la beta de watchOS 3.1 esto ha mejorado ligeramente, pero sin poder llegar a los dos días de uso de ninguna forma. Ha habido días que incluso me he llevado el susto de que se apagara antes del día y medio de uso con el mismo uso de siempre, por lo que este apartado, personalmente, me ha dejado un tanto desconcertado.
El GPS, uno de los mayores puntos positivos
Reconozcámoslo, aunque en la presentación se centraran en Pokemon GO, no será precisamente para lo que lo usemos. Le he encontrado una gran utilidad sobre todo a la hora de salir a correr sin llevar el móvil encima aunque hará que el consumo de batería aumente drásticamente. La mayor virtud del GPS radica principalmente en los trayectos en coche, sobre todo en aquellos en los que la batería de nuestro iPhone no aguante del todo.
El Apple Watch se maneja bastante bien autónomamente, manteniendo el recorrido en la muñeca y –un detalle que personalmente me ha llamado la atención– cerrando el navegador cuando detecta que se ha llegado al destino indicado, lo cual nos quitará de distracciones al final del trayecto
Es resistente al agua pero, ¿cuánto?
Supuestamente, tenemos la posibilidad de sumergirlo bajo 50 metros de agua como máximo, sin embargo, con sólo meterlo un par de veces en la ducha, el altavoz empieza a perder calidad de audio, lo que nos lleva a pensar que quizás no sea muy buena idea meterlo en el agua, por mucha certificación que tenga. Y si esto pasa metiéndolo en la ducha, no tenemos muchas garantías de que salga ileso tras un buen rato en la piscina.
Aún así decidí probarlo en la piscina, para ver cuál era el grado de resistencia que la certificación nos ofrece en la realidad, y aunque después tuve algunos problemas con la pantalla, no se vio afectado el altavoz.
En cualquier caso, mejor no probar a juntarlo con el agua. Si nos encontramos algún problema, esto se soluciona dejándolo secar durante unas horas, preferiblemente siguiendo los consejos por si se te moja tu iPhone que te traíamos hace unos días.
Con todo ello, llegamos a la conclusión de que, aunque no es perfecto, sí que llega a rozar la perfección, más aún con la gran cantidad de novedades que trae respecto a su antecesor.