Si estás leyendo este artículo es porque probablemente tengas un iPhone o estés pensando en dar el salto desde otro terminal distinto. Los que somos usuarios de Apple, desde hace más o menos tiempo, somos vistos muchas veces como una serie de sectarios de la manzana, incapaces de ver más allá. Nada más lejos de la realidad. Nos gusta la tecnología, pero nos decantamos por iPhone por variadas razones, por diseño, tecnología, calidad o servicio técnico. Nunca por lo que se llama postureo.
Ahora bien, ya que tienes uno ¿te has preguntado si le sacas partido? ¿Cuál es tu perfil de usuario? ¿Tienes un smartphone de 800 euros sólo para 3 fotos en Instagram, ver Facebook y WhatsApp?
En mi experiencia y por motivos de trabajo, donde somos varias personas las que tenemos terminales de la marca de Cupertino, observo que la gran mayoría de ellos no alcanza un nivel óptimo de aprovechamiento. Sí, sacan fotos y vídeos, pero no son capaces de embellecerlos con filtros. No lo utilizan para oír música porque no se han dado cuenta que en la caja hay unos auriculares (verídico). Tristemente la experiencia se limita a la mensajería, normalmente por WhatsApp, y obviamente la finalidad para la que fue diseñada un teléfono, llamar.
No sé si esto es debido a desidia, falta de interés o comodidad. No todos los usuarios son tan curiosos o tienen tantas ganas de aprender a sacarle jugo. O quizás la mayoría de personas se llevan las manos a la cabeza sabiendo que hablamos de un aparato de cuesta 3 o 4 cifras. Ojalá fuesen más baratos, cierto. Muchas veces cuando alguien dice que es un delito gastar 700, 800 o 1100 euros en un iPhone les suelo hacer reflexionar que probablemente sea el aparato con el que más horas pasan al día.
Desde esta página recomiendo a todos aquellos que andan todavía con miedo que los dejen a un lado y se atrevan a hacer cosas diferentes. Hay muchísimas aplicaciones en la App Store, tantas que puedes hacer casi de todo. Que tienen en sus manos algo que graba vídeos de una calidad suprema, que hace unas fotos espectaculares y que esas fotos son recuerdos que van a permanecer toda la vida. Que el iPhone fue pensado para hacer que ciertas cosas fuesen más fáciles y que lo consigue.
Para nada quiero expresar que no tenerlo es un signo de infelicidad, de hecho hay veces que lo tengo que apagar durante un día completo para olvidarme de él. Eso sí, úsalo, exprímelo, disfruta y diviértete. Mejor que lo jubiles machacado por el uso antes que desaprovechado, pero impoluto.
¿Cómo lo utilizas? ¿Eres una persona con ganas de investigar? Seguro que nos lo harás saber en comentarios. ¡Te esperamos!