Comiendo manzanas: el iPod Shuffle y sus botones que desaparecen

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en el mundo del diseño, hay ocasiones que hay que eliminar cosas innecesarias para que la línea del producto sea más original e interesante. Apple lo sabe, y en sus productos quita todo lo que no es útil, mejorando en ocasiones la experiencia de usuario. Sin embargo, hay veces que se pasan quitando cosas, como los botones de iPod Shuffle, teniendo que rectificar para volver a conseguir una buena experiencia.

El hardware en los componentes electrónicos siempre ha sido vital, pues sin esos componentes sólidos, la informática sencillamente no existiría. Sin embargo, hay algo que, a nivel usuario, es mucho más importante que un buen hardware, y es una buena experiencia de usuario. En Apple lo saben, lo explotan en sus productos y por eso triunfan tanto.

Patente multitouch de Apple

Sin embargo, hay ocasiones en que esa experiencia de usuario a que nos tiene acostumbrada Apple, no siempre es buena para el usuario, a no ser que seas un autentico fanboy y todo lo que haga la empresa de la manzana mordida sea “fantabuloso”. Me explico:

Todos conocemos la obsesión de Steve Jobs por hacer las cosas lo más simple posible. Quería un ordenador que no tuviese ventiladores porque hacían ruido. Un ratón con un solo botón por que los usuarios no necesitan más si tienen un sistema operativo que no pide más. Un teléfono que no tenga botón de encendido/apagado, porque eso no es “ZEN”.

Todo eso, hizo que los diseños de Apple fueran muy buenos, aunque como hemos visto en semanas anteriores, han tenido que rectificar en muchos de ellos. Hay un producto dentro de la línea de los iPod que ha sufrido dos modificaciones seguidas por esa manía de reducir todo lo posible el diseño. Hablamos del iPod Shuffle.

iPod Shuffle de primera generación

Este iPod, el más pequeño de la familia desde su nacimiento, es ideal para deportistas a los que les gusta correr sin tener que llevar nada de peso en el bolsillo. Su peso era extraordinariamente ínfimo (el último modelo solo pesa 7 gramos) contaba con un conector USB que permitía conectarlo directamente al ordenador para pasar la música que quisiéramos escuchar y no tenía pantalla, por lo que nunca sabias exactamente que canción estabas escuchando.

Presentado en 2005, el iPod Shuffle tenía un algoritmo que elegía canciones aleatoriamente entre las que habías copiado dentro. “Al fin y al cabo -dijo Steve Jobs- todas las canciones las había seleccionado el usuario”, así que lo único que necesitaba el iPod era un botón que cambiase de canción. Y la verdad es que este iPod tuvo mucho éxito. Pero en la tercera generación se pasaron un poco de la raya eliminando cosas. iPod Shuffle de tercera generación Tanto querían reducir que terminaron reduciendo hasta los botones. El iPod Shuffle de tercera generación se convirtió en un pequeñísimo pendrive que reproducía música. El único botón existente permitía cambiar la reproducción de aleatoria a lineal. El cambio de canción y la subida/bajada de volumen se tenía que hacer a través del mando integrado en los auriculares. ¿Pero y si tus auriculares no tienen mando? pues el iPod Shuffle ni siquiera se enciende. Sencillo ¿Verdad?

Por suerte, Apple volvió a rectificar, creando el iPod Shuffle de cuarta generación, que incluye sus botones, para facilitar la experiencia de usuario. Y es que, cuando queremos facilitar tanto las cosas, hay veces que nos pasamos, haciendo que, o el usuario aprenda a usar a nuestra manera lo que hemos fabricado, o nunca será capaz de usarlo correctamente. Por cierto, eso me recuerda las palabras de Steve Jobs acerca del Antennagate … pero eso será en el próximo y último artículo de esta serie. ¡No te lo pierdas!

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