El nuevo conector de menor tamaño de Apple. ¿Un gran error?

Uno de los aspectos que destaca de Apple es la inamovilidad de las ideas. Ellos lanzan un producto, con unas características, siguiendo su criterio y para bien o para mal es difícil que cambien la hoja de ruta. Uno de los aspectos que han permanecido invariables a lo largo de los años es el conector de 30 pínes que usan en toda la gama iPod, iPhone e iPad. Desde sus orígenes no ha cambiado en lo más mínimo lo que ha ayudado a crear un inmenso ecosistema de accesorios a su alrededor.

Ahora con la previsible presentación el día 12 de septiembre de una nueva hornada de productos, con el iPhone a la cabeza se está hablando, apoyándose en filtraciones, que ese conector que todos conocemos podría desaparecer y dar paso a uno de 8 pínes que podrían ser 16 si desde Cupertino se animan a usar las dos caras superficies del conector.

Ahora ¿que supone esto? Hemos de analizarlo más en profundidad que un simple cambio de tipo de conexión. Para empezar supone que todos los accesorios que hemos usado a lo largo de este tiempo como bases de carga, altavoces, etc, dejarán de tener utilidad. Si para comprar un nuevo iPad vendemos el antiguo, en ese caso hemos de pensar que la base también será inservible, al menos en un primer momento y encima perderá valor en el mercado de segunda mano.

Se está rumoreando que Apple, muy en su línea, sacará al mercado adaptadores que nos permitan poder seguir usando los accesorios que ya tenemos, si bien esta posibilidad plantea otros dos inconvenientes:

– Por un lado habríamos de pasar por caja y pagar por un extra, si bien es algo a lo que los usuarios de la manzana desgraciadamente estamos acostumbrados (yo lo estaba hasta que me desengañe). – La otra parte negativa es que muchos de los accesorios están hechos a medida para encajar un dispositivo como puede ser un iPad o iPhone, por lo que se antoja difícil el poder hacer uso de un adaptador y en muchos casos el accesorio perdería el encanto.

No veo normal el empecinamiento, en este caso de Apple, como en muchos casos de otras empresas en sacar conexiones y formatos (ya sea de tarjetas o de lo que sea) propietarios. SI hace unos tiempo se implantó la obligación en territorio europeo de un standard para los cargadores, que en este caso era el Micro USB, Apple siguió con su conector tradicional instaurando como opción la compra de un adaptador.

Y el movimiento de ahora me parece sumamente extraño, pues si se aduce como uno de los motivos el ahorro de espacio en el interior del dispositivo, perfectamente habrían podido hacer uso del Micro USB que tiene casi el mismo tamaño. El crear un standard propio huele más a otra nueva política de empresa, a ser muy orgulloso como para admitir que por ese camino están solos y no reconocer que la competencia les ha ganado y como no, para seguir teniendo una nota diferenciadora.

¿Que supone esto para el usuario? Aparte del gasto económico, el inconveniente de tener que acarrear con distintos cables, adaptadores y cargadores cada vez que vamos de viaje, debido a la incompatibilidad entre ellos. Y luego hay casos aún más sangrantes como el caso de Nintendo de y su 3DS XL en la que no han incluido cargador con la excusa de que gran parte de los compradores poseen otra Nintendo DS y el cargador es el mismo. Excusas “baratas” que hacen que se ahorren una importante cantidad de dinero con el pretexto que así cuidan el medio ambiente, obviando que ahorran en producción y mantienen el precio. Y no solo Apple o Nintendo, casos distintos los tenemos en gran número.

Los usuarios estamos cansados, hastiados de estas prácticas que solo buscan un beneficio empresarial desmesurado mediante el cobro de servicios, accesorios o contenidos que se suponen deben ir incluidos. En vez de facilitar el uso, lo complican cada vez más intentando mantener una posición de dominio difícilmente prorrogable en el tiempo. Tenemos que hacerles saber que no es el camino a seguir y que ese no es el futuro.