A principios de esta semana nos enterábamos que Scott Forstall y John Browett abandonaban sus puestos como directivos de Apple. Sin embargo Forstall ha sido relegado como consejero de Tim Cook hasta finales de año. Éste nunca se ha llevado excesivamente bien con sus compañeros y era una persona con muy mal carácter, al estilo de Steve Jobs, pero sólo puede haber un Steve Jobs.
En concreto, Forstall se llevaba muy mal con Jonathan Ive, tanto que no podían trabajar juntos en la misma habitación, por lo que no podían asistir a las mismas reuniones si no querían acabar discutiendo y peleando.
En palabras de algunas personas anónimas de la empresa, aunque Forstall lideraba el equipo responsable del software que correría en el iPhone, nunca participaba en las reuniones con el equipo de diseño de hardware, liderado por Ive.
Quizás esta sea una de las causas por las que iOS no iba muy de la mano con los iDevices, y por las que este sistema estaba cada día más estancado. Tim Cook no puede aguantar que Apple se estanque por las trifulcas entre dos de sus más grandes hombres, por lo que no ha tenido más remedio que deshacerse de uno de ellos para que Apple siga a la cabeza de la industria electrónica.
Estaba claro quién iba a permanecer en el equipo, y ese era Ive. Aunque probablemente Forstall y iOS haya ayudado a lanzar a Apple a lo más alto, Ive es mucho mejor profesional y diseñador, y mientras que los dispositivos de Apple son cada día más impresionantes a nivel hardware, iOS apenas ha cambiado desde su versión 1.0.
Pero las trifulcas de Forstall no solo iban contra Johny Ive, sino que también se llevaba mal con Bob Mansfield, que tampoco podían reunirse a no ser que Tim Cook estuviera presente en ellas. Tony Fadell –el padre del iPod–, también abandonó la compañía de la manzana porque sus relaciones con Scott eran insoportables.
Falcon Crest 2.0