Todos nos quedamos sorprendidos con la maniobra que, Apple, llevó a cabo el martes pasado con la presentación de los nuevos iPhone. La empresa, fulminó a su iPhone 5 del catálogo en favor del colorido iPhone 5c y, como gama de iniciación dejó al iPhone 4s en una versión de 8 GB. Un movimiento un tanto extraño, o más bien, estrictamente comercial.
Debido a esto, los cambios en las Apple Store eran inminentes, dejando al nuevo iPhone 5s como estrella de ventas a un precio de 199, 299, 399 dólares según sea la versión de 16/32/64 GB respectivamente –todo ello unido a dos años de contrato con la compañía telefónica–. A esto, hay que añadirle también la inclusión en sus ofertas del iPhone 4s que, se lo podrán llevar a coste cero, también ligado a una operadora por dos años.
La discontinuación del iPhone 5 se ha llevado a cabo pero, nos hacemos eco de que hay algunas Apple Store en Canadá que se están deshaciendo del stock sobrante de iPhone 5 en su formato libre a un precio por debajo del que estaba anteriormente. Así, el iPhone 5 de 16 GB ha pasado de 699 a 599 dólares, el de 32 GB de 799 a 719 dólares y finalmente el de máxima capacidad pasa de 899 a 819 dólares. En esta ocasión hablamos de dólares canadienses pero, al caso, el descuento se ve claramente. El iPhone 4s, en su versión de 16 GB, también ha visto reducido su precio.
Sinceramente, si yo me planto en esa tienda y, veo que está al mismo precio que el nuevo iPhone 5c que, en cuanto a características es lo mismo y encima es de plástico, yo directamente me haría con el, ya discontinuado, iPhone 5. No cabría duda alguna, además, Apple todavía tendrá que dar soporte técnico y de garantía durante algunos años más al que, hasta hace poco, era su terminal estrella. La maniobra no ha gustado al usuario y su éxito, dependerá de las compañías que lo lleven consigo en su catálogo.
