Creo que no me equivoco si digo que en lo que llevamos de año hemos tenido más noticias relacionadas con el fenómeno Flappy Bird que rumores relacionados con el iPhone 6, y eso, es raro. Ya ha pasado casi un mes desde que su desarrollador Dong Nguyen decidiese retirar el famoso juego tanto de la App Store en iOS como de Google Play en Android, sin embargo, día tras día sale algún tipo de noticia sobre el juego.
Uno de los efectos inmediatos que tuvo la retirada del juego fue la aparición de clones. Nadie quería perder la ocasión de ganar dinero a costa del caído, así que en los días posteriores a su retirada, y hasta hoy, el numero de juegos “similares”, por no decir idénticos, a Flappy Bird ha ido en aumento. Tal ha sido el fenómeno que Apple se ha visto obligada a prohibir cualquier juego que lleve la palabra Flappy en su título.
Pero, ¿hasta que punto los clones de Flappy Bird copan la salida de juegos en iOS? Parece ser que casi un tercio de los nuevos juegos lanzados en iOS son imitaciones del famoso juego, ahí es nada. Gran parte de estos se hundirán en la App Store sin dejar rastro, pero siempre habrá unos cuantos que suban hasta formar parte del top de descargas.
Si nos fijamos en la App Store española, tenemos unos cuantos entre los veinte o treinta primeros, tales como Flappy Wings o Splashy Fish. Más sangrante es el caso americano, donde cuatro de los cinco juegos más descargados son imitaciones.
Supongo que con el paso del tiempo este ataque de clones se verá reducido, pero, a fin de cuentas, no es difícil ver por qué los desarrolladores insisten en emular la fórmula del original. En el apogeo de su popularidad, Flappy Bird ganaba más de 50.000 dólares por día en ingresos por publicidad, y aquí todo el mundo quiere llevarse un cacho del pastel.