Después del lanzamiento por sorpresa del nuevo iMac en el día de ayer, donde Apple nos trajo un modelo de entrada más básico por 200 euros menos que en la generación anterior, tocaba el despiece de turno, para ver qué hay de nuevo en el interior del nuevo iMac.
Si nos fijamos en la web de la Apple Store, en la zona de las especificaciones de la memoria RAM, vemos como el modelo más barato pone 8 GB de memoria a secas, mientras que el resto de equipos muestran 8 GB (2 x 4 GB). Pues bien, las peores premoniciones se confirman, y es que este modelo mas básico lleva la memoria RAM soldada a la placa base.
Como si se tratara de un MacBook Pro o un MacBook Air, el iMac más básico no ofrece la posibilidad de ampliar su memoria de fábrica. En la generación anterior los equipos de 21,5 pulgadas, tras un completo proceso de despiece era posible ampliar la memoria, dado que estaba montada con sockets. También los procesadores eran reemplazables en el modelo de 27 pulgadas.
Pues bien, esto solo ocurre con el modelo más básico de 21,5 pulgadas, ya que en el resto, aunque siga siendo difícil, sigue siendo posible ampliar la memoria. Solo en los iMac de 27 pulgadas seguirá siendo pan comido ampliar la memoria RAM gracias al portón trasero que llevan tras la peana.
Es uno de esos movimientos extraños de Apple, en el que al final siempre salen perjudicados los usuarios, y ellos no ganan nada, pues probablemente sea más cara la memoria RAM soldada que los clásicos módulos intercambiables de toda la vida. Por suerte, este modelo viene con 8 GB de RAM, que para un uso básico —que es para lo que está enfocado este equipo— será más que suficiente, y tirará de OS X Yosemite sin ningún tipo de problema.