A partir de los atentados *del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York y la promulgación de la Ley Patriótica, algunas libertades existentes hasta el momento en los Estados Unidos quedaron limitadas en cierta forma en pos de la seguridad y con la intención de poder evitar futuros atentados al menos, para lo que respecta al territorio estadounidense.
Con la Ley Patriótica de fondo y con la excusa de la seguridad, se les pidió a muchas compañías tecnológicas y relacionadas con las comunicaciones su colaboración a la hora de entregar datos de los usuarios tales como nombres, direcciones, contraseñas, registros de llamadas, etc. Es de sobra conocido que compañías como Apple y Google fueron tocadas para ello, como conocida es la postura de Steve Jobs y de Tim Cook de negarse a colaborar con organismos como la NSA.
Que Steve Jobs se negara, no quiere decir que los servicios de seguridad estadounidenses cejaran en su empeño de poder acceder a la valiosa información que Apple posee. Esto parece desprenderse de algunos de los documentos filtrados por Edward Snowden, analista de la CIA en otros tiempos y revelador de importantes secretos relativos a los servicios de inteligencia en la actualidad, a los que habría tenido acceso The Intercept, en los que se detalla una campaña de años por parte de la CIA para poder romper la seguridad de iOS, el sistema operativo de Apple.
Para ello, la CIA habría creado una versión modificada de Xcode, herramienta de desarrollo de Apple, a través de la cuál y mediante el desarrollo de aplicaciones y programas con esta versión modificada, les habría permitido colarse en el sistema y acceder a los datos de los dispositivos infectados. Además de la seguridad de iOS, también se mencionan en los documentos filtrados las intenciones de poner en jaque a OS X, con el mismo objetivo, el de tener acceso a información privada.
Aunque esto no es nuevo y era sospechado ya por muchos, estos documentos demostrarían que la campaña para vulnerar la seguridad de sistemas como iOS y OS X por parte de agencias de seguridad ha sido y es una realidad. ¿Están nuestros datos privados e íntimos a salvo? Es difícil realizar esta afirmación y más en un clima donde se está poco a poco colocando a la seguridad por encima de la libertad e intimidad en cuanto a valores jurídicos a proteger.
