Hemos visto decenas de perrerÃas hechas con los iDevices; desde caÃdas, pruebas de estrés, disparos, pasarles coches por encima, meterlos dentro de una batidora o un microondas… pero lo que aún no habÃamos visto hasta hoy es cómo usar unos iPhone como pastillas de freno para parar un coche. Nada menos que un deportivo como el Porsche 911.
Nuestros compañeros de Freno Motor nos lo cuentan con todo lujo de detalles, pero para que os hagáis una idea, la forma de un iPhone tiene unas dimensiones muy similares a las pastillas de freno de un coche, cuya misión es friccionar con los discos y parar el coche. Estas pastillas suelen estar hechas de materiales tales como el ferodo, pero imaginad cómo pueden ser las consecuencias de frenar un Porsche con aluminio y cristal.
En primer lugar, para los frenos delanteros usan el iPhone 5s debido a que es más grande y los frenos delanteros son más grandes. Para las ruedas traseras usan iPhone 4s ya que su cuerpo es más pequeño y encajan perfectamente en las pinzas.
Se realizan tres pruebas de frenado, de menos a más velocidad, para que en el peor de los casos el experimento no se salde con consecuencias catastróficas. La primera se realiza a 32 km/h, la segunda a 65 km/h y la tercera a 97 km/h. Es solo en la segunda en la que acaba saliendo fuego de uno de los frenos, pero gracias a un extintor consiguen apagarlo rápidamente.
Por supuesto, las distancias de frenado se alargan tremendamente respecto a cómo se producirÃan con unos frenos normales, pero eso era de esperar. Lo que nadie se esperaba es que los iPhone 4s siguieran funcionando después de este despropósito. La explicación es que el cuerpo del iPhone 4s es de acero mientras que el 5s está construido en aluminio, y además los frenos traseros siempre actúan con menos intensidad que los delanteros.
Es por ello que el iPhone 4s aún se atreve a encender media pantalla que queda viva, mientras que la otra media acaba descompuesta. El panel táctil no funciona, pero el teléfono se mantiene vivo y enciende. El iPhone 5s no corre tanta suerte y su cuerpo queda totalmente carbonizado y hecho mil pedazos, tanto que cuando se separa de las pinzas de freno, la pantalla se desprende del cuerpo del iPhone.