Allá por abril conocimos los primeros rumores de que Apple estaba pensando en usar una nueva aleación de aluminio en el iPhone 6s, precisamente para no volver a sufrir de las quejas del famoso y temido bendgate que muchos han sufrido con teléfonos doblados. El iPhone 6 usa aluminio de la serie 6000, y el iPhone 6s usará aluminio de la serie 7000, como el que usa ya el Apple Watch Sport.
El uso de este material permitirá al iPhone 6s convertirse en el más delgado y resistente iPhone de toda la historia. Además, junto con el aluminio serie 7000, la aleación contendrá un 5% de zinc en su composición. En Unbox Therapy han podido probar el chasis del iPhone 6s y al igual que dijeron que el iPhone 6 se doblaba con facilidad, aseguran que esta nueva generación será muchísimo más resistente y difícil de doblar.
En el proceso de pulido se puede añadir acero a la aleación, y han encontrado muy leves cantidades del mismo en Unbox Therapy. Éste se puede usar para mejorar la dureza y hacer el material más fácil de tratar en el proceso de fundición.
Si vemos la carcasa del iPhone 6s bajo el microscopio, ésta está compuesta de una capa de óxido de aluminio anodizado de 10 micrones de grosor, que ayuda a proteger el cuerpo de la corrosión. La capa de anodizado también permite a Apple la opción de ofrecer distintos colores. Es con el anodizado como se consigue colorear un metal como el aluminio, sin someterlo a un simple pintado.
A la hora del aguante ante ser doblado, el iPhone 6 empezaba a doblarse tan solo con 13,5 kilogramos de presión. El iPhone 6s empieza a notar síntomas de debilidad a partir de 36 kilos, por lo que será casi imposible de doblar en unas condiciones normales de uso. Desde luego Apple se ha tomado muy en serio el bendgate, y el iPhone 6s será seguramente el smartphone con la estructura más resistente de todo el mercado.