Con el Apple Watch ocurrió lo mismo: Apple no se atreve a decir que es acuático, que solo nos podemos duchar con él. Sin embargo en múltiples test se ha comprobado su buena hermeticidad, que lo hacen perfectamente usable en deportes como buceo, natación o momentos donde el agua esté muy presente. Claro que la compañía no se hace responsable de los daños que pueda causar esta estanqueidad, por lo que si lo rompemos, se lavarán las manos y no podremos hacer nada.
Con el iPhone 6s parece ser que han hecho algo parecido, en Cupertino no han dicho ni pío de la resistencia al agua de su nuevo terminal, pero en diversas pruebas de inmersión hemos podido ver como aguanta largos periodos de tiempo bajo el agua sin un solo fallo al salir de la misma. Algunos se han atrevido a decir que los nuevos iPhone llevan una capa hidrofóbica llamada Liquipel, pero iFixit ha querido comprobarlo empíricamente.
El primer descubrimiento lo tenemos cuando abrimos el iPhone, y vemos una goma adhesiva alrededor del contorno de la pantalla, justo por detrás. Ese adhesivo no solo está pensado para fijar la pantalla al cuerpo, sino para proteger la entrada de agua. Además, el marco de la carcasa ha sido rediseñado en esta nueva generación para dar cabida a esta nueva junta. Ese perímetro es 0,3 mm más ancho que en el iPhone 6.
Pero no acaba ahí la cosa, porque los conectores de la placa base están recubiertos de lo que parece ser una cobertura de silicona. Esto ocurre con el de la batería, pantalla, el conector Lightning o el resto de botones del iPhone. Y esto podría estar relacionado con una patente de los californianos de marzo donde hablaban de una cobertura hidrofóbica para los circuitos impresos.
Sin embargo, en los altavoces o en el conector de mini jack no hay ni rastro de aislamiento, a pesar de que siguen funcionando perfectamente tras sumergirlos bajo el agua. Así que podemos decir que el iPhone 6s podrá superar una caída accidental al agua, pero no debería de ser demasiado recomendable usarlo periódicamente porque nos arriesgamos a romperlo.