Vaya semanas que llevamos de líos con las patentes. En todas hay un protagonista en común, los chicos de Cupertino, y es que este tema casi tiene ya tintes de comedia. Primero fue con Samsung, HTC continuó la estela, vinieron después las miniaturas de Steve Jobs, luego el objetivo era una empresa valenciana y ahora lo es Motorola. Y no siempre ha salido bien parada, como en los dos últimos casos.
En el relativo a la empresa de Valencia, ya nós comentó Albert Frutos el resultado y sus pareceres, que comparto plenamente. Se trataba de una empresa modesta que buscaba hacerse un sitio y se topó con Apple, pero esta vez el contrincante es de la talla de Apple; hablamos de Motorola, y no olvidemos que tiene detrás una sombra protectora inmensa… Google.
Y en esta ocasión Apple no ha obtenido los resultados que esperaba. A esa conclusión llega un juez en su decisión, en la que se rechazan las pretensiones de Apple ante la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos por supuesta vulneración de tres patentes, si bien debe ser ratificada por un órgano colegiado, y en la decisión que tomen le pueden sacar los colores a Apple.
Los hechos sucedieron en 2010, cuando la empresa de la manzana acusó a Motorola de vulnerar sus patentes en modelos de móviles que funcionaban bajo el sistema Android como eran el Droid 2 y el Droid X, a lo que Motorola Mobility replicó denunciando la vulneración por parte de Apple de 18 de sus patentes. Y no hace falta como decía al principio, comentar quien esta detrás de Motorola Mobility.
No es sin embargo la primera vez que ambas compañías se enfrentan ante los tribunales. El pasado mes de noviembre, un tribunal consideró que Apple había vulnerado dos patentes de Motorola referidas a conexiones inalámbricas, y presentó dos demandas una frente a Apple y otra que afectaba a la rama alemana de la compañía. Y las consecuencias pueden no ser una tontería. Motorola puede pedir que se retire del tráfico comercial los teléfonos de Apple del mercado aleman, si bien es algo altamente improbable, pues esta decisión judicial se dirige contra Apple y no contra la rama alemana.
Lo que sí esta claro, y como ya comenté en otra ocasión, es que esto afecta sobre todo al usuario final, al limitarlo en su elección. Y es que en esta ocasión Apple está probando una cucharada de su propia medicina, no siendo la primera y creo que tampoco la última.
